Parada en el medio del patio del colegio, con los alumnos y las autoridades enfrente, con las banderas de ceremonia al costado, la Rectora anunció que "el Comité Ejecutivo de la Comisión Nacional de Monumentos Históricos acordó que el Colegio Nacional reúne los méritos para ser declarado Monumento Histórico, Artístico y Cultural Nacional". Inmediatamente, los aplausos vibraron entre las paredes del edificio y el colegio se convirtió en la segunda escuela de la provincia en recibir el título de Monumento Nacional, después de la Normal Superior Sarmiento.
En el acto por los 148 años de vida del Colegio Nacional Monseñor Pablo Cabrera sobraron las emociones. La sorpresa de la jornada fue la llegada del documento que declaró Monumento Nacional al colegio. Sobre la mención, la rectora, Susana Benavídez, comentó que "es un orgullo para la institución poder sentirse partícipe de la identidad y la historia del país. Pero hay que tener en cuenta también que lo importante no son sólo los títulos, sino que sigamos trabajando para que la escuela sea cada vez mejor".
El colegio ya había sido considerado Monumento Histórico y Cultural de la Provincia. El título a nivel nacional tiene otras implicancias para el establecimiento. Por ejemplo, la próxima vez que se pretenda hacer alguna modificación en la escuela, las autoridades tendrán que pedir autorización a la Comisión Nacional de Monumentos Históricos, los funcionarios de esa repartición analizarán las obras y determinarán si se pueden llevar a cabo o no.
La primera escuela sanjuanina que fue Monumento Histórico Nacional fue la Normal Superior Sarmiento, que recibió el título en 1998. Ambos colegios coinciden en que fueron creados por Domingo Faustino Sarmiento.
En el acto también inauguraron las obras de ampliación y refuncionalización del edificio, en el que además funcionan el Liceo Paula Albarracín y la nocturna Cortínez. Con las nuevas construcciones, que comenzaron a realizarse en 2007, el edificio sumó 600 metros cuadrados cubiertos a los 4.800 que tenía. Demolieron los 4 bloques de baños que había en la escuela (dos para hombres y dos para mujeres) y crearon 3 bloques nuevos que tienen sanitarios para hombres, mujeres y discapacitados. Además, construyeron una sala para el personal de maestranza y otra para los preceptores, que no tenían espacio propio. Otra de las obras fue la construcción de una sala de usos múltiples y otra de informática. También pintaron las paredes del colegio, arreglaron las conexiones eléctricas y colocaron bombas y tanques de agua para evitar los cortes y la baja presión que sufrían en el establecimiento. Otra de las modificaciones fue que derrumbaron las paredes que separaba al colegio de la vereda, en las calles Santa Fe y Tucumán, y las cambiaron por rejas.

