El 12 de mayo de 1963, DIARIO DE CUYO publicó un hecho que quedó grabado a fuego en la población. “Apareció el automóvil negro. Pertenece a Pompas Fúnebres, con él raptaban a los menores”, era el título. Se relataba que los ocupantes de un Kaiser Carabela intentaron raptar a una nena de 8 años en avenida Rawson casi Benavídez, Capital. La niña escapó, ante la mirada de la madre, que vio cómo los hombres abrían el capot simulando un desperfecto y luego se alejaban. Ahí vio que en la parte inferior había un número 12 pintado de blanco. Con las características del coche, la Policía llegó al garaje de Servicios Fúnebres de la Capital, donde encontraron un Kaiser Carabela con ese número pintado. Detuvieron a dos empleados, pero nunca se les comprobó nada.