Apenas 3 años tiene el Consejo Federal de Planificación que impulsa a nivel nacional una ley de Ordenamiento Territorial. No hay un proyecto, sino un bosquejo de ‘intenciones’’ y por ahora dentro del marco de lo teórico, con algunas directrices que cimientan el eje de la normativa. En un principio, la idea es que todas las provincias deban proponer un plan propio que se consensuaría con las jurisdicciones vecinas. Una de las premisas que el Consejo estableció desde el inicio, fue determinar al suelo como ‘un recurso económico-social, natural renovable y escaso; y las políticas públicas relativas a su regulación tienen como fin la utilización del mismo conforme el principio de prevalencia del interés general sobre el particular’’. En cuanto al desarrollo de las zonas urbanas, plantea la necesidad de dar un ‘vistazo’’ a los puntos críticos, por ejemplo la sobrepoblación de torres.
