Con el de ayer, Elías Pereyra, sumó su segundo “solcito” en la presente edición del Giro. El ganador de la etapa, confió al final que tenían como objetivo ganarla y que “sabían” que podría endurecerse por el viento. “Nuestro plan era estar siempre atentos a cualquier corte que pudiera producirse”, explicó.
“El viento nos castigo bastante de costado y de frente, y provocó que la etapa fuera más dura de lo normal”, agregó.
A la hora de analizar lo que viene, el nuevo líder, dijo que “aún falta mucho”. “Nada está dicho, nosotros estamos haciendo una buena carrera pero aún falta mucho para que esto termine. Y falta lo más duro que es la etapa de mañana (por hoy) que va hasta Los Berros y es muy exigente y también falta la etapa más larga que será la última”, contó quien entre sus victorias cuenta con una Vuelta al Valle de Río Negro (2014), competencia muy parecida a este Giro, donde su diagrama favorece a los velocistas.