En diciembre pasado, el Ministerio de Desarrollo Humano adhirió a un protocolo para la asistencia de víctimas de la trata y la explotación sexual. Desde ese momento, especialistas de la provincia se capacitan en el tema y arman un protocolo que determina cómo deben actuar. Se decidió trabajar en dos niveles. Por un lado en la creación de un espacio que sirviera de refugio para las víctimas, que es el espacio en el que están las mujeres rescatadas y del que no se puede conocer la dirección por cuestiones de seguridad. Por otro, se planificó actividades dedicadas a la concientización de la sociedad. Ese programa se iba a presentar en mayo próximo, pero se adelantó por la existencia del operativo de rescate que se desarrolló la semana pasada.
