En junio del año que culmina hoy se inauguró el Centro Ambiental Anchipurac, el primer edificio bioclimático de la provincia que es único en su tipo en toda América latina, ya que por su construcción y materiales es capaz de ahorrar hasta un 75% de energía en comparación con un edificio convencional.
La construcción ubicada en el predio del Parque de Tecnologías Ambientales, en la localidad rivadaviense de La Bebida, tiene la finalidad de crear, promover y difundir educación y cultura para fomentar ciudadanos ambientalmente responsables. Por eso tanto la estructura de la gran mole arquitectónica como las actividades y propuestas que se realizan en su interior apuntan a lo mismo, a crear una mirada mucho más comprometida con el ambiente, enseñando con ejemplos concretos e información actualizada.
Fueron 150 millones de pesos los que se invirtieron desde la cartera provincial de Medio Ambiente para la edificación del centro, el cual cubre actualmente casi 4.000 metros cuadrados, tras varios años de planes para incorporar al tratamiento de residuos sólidos una entidad que además educara.
En la institución desarrollan su actividad el Laboratorio y el Observatorio Ambiental. Este último está integrado por el Centro de Monitoreo Ambiental, la Agencia de Cambio Climático y el Observatorio de Residuos Sólidos Urbanos.
El laboratorio desarrolla proyectos de innovación en el campo de las energías renovables y en el uso de residuos como materia prima para generar nuevos materiales. El centro de monitoreo recopila datos relacionados con los recursos naturales de la provincia. La agencia nuclea a actores del sector público y privado y define estrategias en relación al cambio climático. El Observatorio de RSU investiga y aplica innovaciones en la gestión de residuos.
La innovación del edificio inaugurado este año incluye estacionamiento cubierto con techo de paneles solares para producir energía, algo que también es un salto de vanguardia. También está provisto de equipos de última generación para analizar diferentes fenómenos ambientales. Incluso posee un microcine de 360 grados con forma del planeta Tierra y esculturas artísticas en su exterior que se funden con el paisaje andino.
300 mil eran las toneladas de residuos que ocupaban el espacio donde hoy se levanta el edificio, que también cuenta con 6.000 m2 al aire libre.