Joao Da Costa, de Angola, buscó la bocha en el vértice derecho del campo rival. Se sacó un rival de encima y jugó atrás; la bocha dio en el árbitro, que no logró subirse a la baranda a tiempo, y salió la contra de Pinto que pasando mitad de cancha sacó un bombazo que se le metió al ángulo al arquero Tiago Da Costa. Así se definió el gol de oro en el partidazo que Mozambique le ganó en el alargue, por 4 a 3, a Angola. De esta forma, Mozambique es quien pasó a Cuartos dejando fuera de los 8 mejores a los angoleños.

El duelo de los mejores seleccionados africanos fue a matar o morir. Pinto puso rápidamente el marcador arriba para Mozambique, tras fallar su penal y capturar el rebote. Posteriormente, a los 7, García empató con disparo en el área a quemarropa del arquero Alves. Un minuto después del gol, Marques dio vuelta el partido con una habilitación extraordinaria de Joao Da Costa. Era un partido de ida y vuelta, sin respiro para los arqueros. Incluso Saraiva salió de contra para Mozambique y Rodrigues definió para el 2-2. La paridad del partido llevó a que Mozambique, con un jugador más, no pudiera romper la igualdad.
El segundo tiempo fue igual de emocionante. Siguió la intensidad de los equipos y, como en el primer tiempo, Mozambique en pocos segundos logró el gol, tras un mano a mano de Saraiva. Angola fue a buscar el empate y Mozambique quiso liquidar de contra. Sucedió lo primero, con un libre de Da Silva que con técnica plasmó el 3-3. Si no hubo más goles fue por falta de puntería.

Extenuados por tanta entrega, los jugadores escucharon la chicharra del final. Empezó el alargue y otra vez madrugó Mozambique. Esta vez, Angola, que había conseguido el sexto lugar en el Mundial pasado, no tenía más que aceptar la derrota. La alegría era mozambiqueña.