Especialistas. En caso de un terremoto, los rescatistas serán personal entrenado para la ocasión. Apelar a la buena voluntad de ciudadanos sin conocimiento en esto casos es exponerlos a ser nuevas víctimas. 

 

Hoy se cumplen 40 años del último sismo en San Juan que significó la pérdida de decenas de vidas y cuantiosos daños materiales, con la ciudad de Caucete sufriendo las peores consecuencias.

Fue la segunda mayor catástrofe natural del siglo pasado en territorio provincial luego de otro terremoto, el de 1944.

Esos dos antecedentes son las mayores evidencias de que San Juan es la zona más peligrosa del país en cuanto a sismos, aunque se trabajó en distintos aspectos para que no sea la zona más riesgosa, es decir que disminuyó su vulnerabilidad.

De todos modos, la naturaleza sigue mostrando quién manda en este planeta. Entonces, ¿cómo actuaría hoy el Estado provincial en caso de que sucediese nuevamente un cataclismo de enormes dimensiones?

La contestación actual comenzó a prepararse el año pasado, con el “Plan de Respuesta Sísmica”, compuesto por 3 partes: 1) Análisis del riesgo; 2) La constitución del Centro de Operaciones de Emergencia (COE); 3) El desarrollo de protocolos que deben aplicarse en cada situación.

En casos de emergencia, el COE debe reunirse en el flamante Cuartel de Bomberos. En caso de que se hayan cortado las comunicaciones y haya indicios de estructuras colapsadas, se activa la autoconvocatoria: con 3 miembros, que deben llegar en menos de 40 minutos, ya se activa el COE y la primera medida es declarar la situación de emergencia provincial, para allanar la ayuda que provenga desde otros puntos del país. Las primeras 48 horas son cruciales para enfrentar la caótica situación.

Comienza a funcionar el área de operaciones y la primera tarea es zonificar el mapa del desastre. A través de helicópteros se sobrevuelan los sectores para determinar cuáles son los más afectados. Y dentro de esta clasificación, subdividir esas zonas para apuntar a las prioridades, por ejemplo escuelas y hospitales.

 

Despliegue. Las tareas que se realicen las primeras 48 horas serán decisivas en el rescate.

Una vez recopilada la información, comienza velozmente la tarea de rescate. Se distribuye el personal según las necesidades.

La policía delimita el perímetro para que puedan trabajar los rescatistas capacitados exclusivamente, debido a que personas con buenas intenciones tratando de socorrer pueden transformarse también en víctimas al producirse nuevos desmoronamientos.

Está estipulado hasta el tiempo que un rescatista, según la situación, debe parar para evitar que el cansancio le haga cometer un error. Se sabe que la pesada tarea durará al menos un par de semanas.

En el cuartel de Bomberos, las distintas áreas -operaciones,

planificación, logística, administración y finanzas, cooperación, voluntariado, monitoreo y dirección- van trabajando de acuerdo lo preestablecido en los protocolos que figuran en el Plan de Respuesta Sísmica, elaborando informes técnicos que se elevan al Gobernador -la máxima autoridad del CEO-, para que vaya tomando las decisiones más acertadas y disponga de la mejor manera los pocos recursos disponibles en ese momento. El apoyo del sector privado también será coordinado desde el centro.

Todo apunta a que el riesgo sea cada vez menor.
 

Reuniones. Ya se realizaron tres encuentros este año para perfeccionar la aplicación del Plan de Respuesta Sísmica.
 

 

Integrantes

El Centro de Operaciones de Emergencia (COE) está compuesto por dependencias gubernamentales y ONG dedicadas a situaciones de emergencia. Las 3 carteras del Poder Ejecutivo que conforman la columna vertebral de este Centro son las de Gobierno, Desarrollo Humano y Salud. El Ministerio de Planificación e Infraestructura y la Secretaría de Ambiente también se suman al COE, al igual que Policía Federal, Gendarmería, DIM 22, Bomberos Voluntarios, Cruz Roja, Radioclub Telecomunicaciones, Grupo Rescate “Cumbre Sol de Oro”, Scouts, Ecogas, OSSE, Vialidad Provincial, Red Presidencial, UNSJ e Inpres, principalmente.

El CEO se puso en marcha el año pasado y en el actual se realizaron tres encuentros para poner a prueba el funcionamiento del Plan de Respuesta Sísmica. El más importante fue el simulacro Simex, en el que durante 10 horas todas las áreas trabajaron como si afrontaran el peor de los escenarios.

Alfredo Nardi, director de Protección Civil, afirmó que lo que buscan en cada prueba es encontrar dónde falló el plan para que justamente se hagan las correcciones pertinentes, pensando en una situación real. El funcionario afirmó que las reuniones continuarán periódicamente, porque eso aceitará los mecanismos. “La intención es que el día que ocurra un siniestro real, los integrantes del CEO tomen la situación como un día más de trabajo, sabiendo cuál es el procedimiento coordinado”.

El funcionario agregó que está previsto comenzar con una campaña para que las personas también diseñen su propio plan en caso de siniestro.