Flavio Herrera es agente sanitario, pero de un tiempo a esta parte también se convirtió en el locutor de la Campaña Nacional de Vacunación contra el Sarampión, Rubéola, Paperas y Polio. Su misión es utilizar un parlante portátil y un micrófono inalámbrico, prestados, para intentar convencer a las madres de que vacunen a sus hijos contra estas enfermedades. Usa estos accesorios cada vez que el equipo de vacunación del CARF (Centro de Adiestramiento René Favaloro), del que forma parte, sale a la calle a vacunar a los niños in situ. Y como último recurso, ya que las varias estrategias que pusieron en práctica con el mismo fin no tuvieron hasta ahora el resultado esperado.

Esta campaña nacional, que estipula la vacunación obligatoria y gratuita, finaliza el próximo 13 de noviembre y aún falta vacunar a un 35% de los niños de entre 13 meses y 4 años que integran la población infantil objetivo en Rawson, según dijo Carina Álvarez, licenciada en enfermería y a cargo del Equipo de Vacunación del CARF.

Ni bien el equipo de vacunación desembarcó en la Villa San Damián, lo primero que bajó fue el parlante para comenzar a usarlo antes aun de armar el operativo. Con la propaganda oficial sonando de fondo, Flavio tomó el micrófono para entrar en acción: "Señora mamá, llegaron las vacunas. Traiga a sus hijos a la plaza para vacunarlos. Hay obsequios para quienes se vacunen". Tras la convocatoria, empezaron a sonar a través del parlante canciones infantiles sobre la importancia de las vacunas y esto fue animando a los vecinos a salir de sus casas. Y algunos aceptaron la invitación.

Positivo. Gracias a la convocatoria con música y micrófono, los vecinos se acercan a vacunar a sus niños. 

 

Armando Ávila fue el primero en llegar al puesto de vacunas improvisado frente a la Parroquia Santos Cosme y Damián. Fue junto a su pareja y dos hijos. Pero sólo vacunaron al mayor que tiene 3 años, ya que la bebé tiene 12 meses y no entraba en la franja etaria. "¿Por qué no hicieron vacunar a su hijo antes?", les preguntó el agente sanitario. Como respuesta sólo obtuvo una sonrisa.

"Es la cuarta vez que venimos a vacunar a la Villa San Damián. Estamos haciendo un repaso porque es uno de los barrios donde menos niños se vacunaron. Por eso, mientras parte del personal realiza el operativo en la plaza, otros van otra vez casa por casa a ver si esta vez los padres permiten que los vacunemos. En muchas casas nos niegan a los niños, diciendo que ahí no vive ninguno, cuando sabemos que eso es mentira. Ya no sabemos qué hacer para revertir esta situación", dijo Álvarez.

En casa. Paralelamente al operativo montado en un barrio, los agentes sanitarios del CARF vacunan casa por casa.

 

Una de las primeras estrategias que usó este equipo se implementó el día del lanzamiento de la campaña. Fue en el Barrio Villa Grande, donde los agentes sanitarios se disfrazaron y hasta llevaron títeres para captar a los niños. Luego salieron a vacunar casa por casa, aunque sin los resultados esperados. Es por eso que se decidió sumar un trabajador social a las visitas. Él se encarga de explicarles a los padres que estas vacunas son obligatorias, cuáles son sus responsabilidades, cuáles son los derechos del niño y que pueden perder algunos beneficios sociales si el menor no tiene todas las vacunas. Aun así, algunos se resistieron a la vacunación.

Así, estos agentes sanitarios comenzaron a entregarle a cada niño vacunado un kit de los 1.000 Días, con diferentes alimentos, como premio incentivo. Además, comenzaron a realizar operativos cerca de los cajeros automáticos, escuelas y edificios estatales para "cazar" a los padres con niños.

Finalmente, llegó el recurso del parlante con el que lentamente se va captando demanda. En los primeros 5 minutos del operativo montado en la plaza de la Villa San Damián, y tras convocar a los vecinos por micrófono y con música de fondo, el equipo del CARF logró vacunar a tres niños de la zona.

DESTINATARIOS

Todas las niñas y todos los niños de 13 meses a 4 años inclusive deben recibir las dosis adicionales, gratuitas y obligatorias de las vacunas Triple Viral (contra sarampión, rubéola y paperas) e IPV (contra poliomielitis), más allá de las dosis recibidas previamente. No requieren orden médica.

Población objetivo

47  mil es la cantidad de niños, de entre 13 meses y 4 años, que integran la población objetivo infantil en condiciones de recibir el refuerzo de las vacunas.