En su constante evolución y creatividad, el mega show final en el autódromo El Zonda-Copello volvió a sorprender, convirtiendo la pista de carrera en un impresionante despliegue escenográfico con aspectos que le permitieron entrar al Récord Guiness. Un representante del Guiness certificó ayer que la Fiesta del Sol 2014 logró la marca por su monumental proyección de mapping.

El mapping (crear imágenes o videos que se proyectan sobre objetos tridimensionales) generó imágenes que se proyectaron en una superficie de 92.704 metros cuadrados, sobre la montaña, y se convirtió en el más grande del mundo, según la certificación que recibió anoche el gobernador Gioja. Fue tan imponente, que duplicó la marca que existía previamente: 45.000 m2.

Para lograr el récord utilizaron ocho puntos de proyección con tres aparatos superpuestos por cada punto, distribuidos en cuatro tarimas, ubicadas a 250 metros aproximadamente de las estribaciones de la Sierra Chica de Zonda (pared Oeste-Noroeste).

Por otro lado, el espectáculo empezó a gestarse desde el mismo momento en que las autoridades de Gobierno anunciaron la nueva temática, allá por marzo de 2013. Y entonces, tras la realización del guión, surgió que uno de los grandes desafíos a enfrentar era realizar el escenario. Fue un monumental trabajo pues tuvo una superficie de 3.970 m2 y contó con diferentes terraplenes en distintos niveles, desde 70 centímetros a 4,50 metros de altura.
Fue construido con materiales naturales extraídos de la misma montaña que rodea al Autódromo. Los realizadores crearon además escenarios secundarios y pasarelas, de 400 metros lineales, para un volumen aproximado de 5.300m3.

Otra particularidad es que el imponente escenario permitió involucrar a los observadores dentro del espectáculo, situándolos en el interior.

Además, por primera vez instalaron sillas que permitieron una rotación total, que fueron 850 fabricadas especialmente para la ocasión.

DESDE ADENTRO
Durante el show, en tanto, los artistas usaron más de 2.000 trajes, cada uno con sus respectivos accesorios y zapatos acordes a las épocas representadas.

Para su confección usaron 10.000 metros de distintas telas, que fueron compradas a proveedores provinciales.

En tanto, fueron casi 50 personas, divididas en seis talleres, quienes los cosieron en jornadas que incluso duraron 12 horas diarias.

A su vez, usaron tres tipos de calzado: zapatos tipo español, de media punta y de zapajazz.

Para la música y sus arreglos, más de 20 artistas, entre músicos, percusionistas y técnicos, grabaron 12 horas diarias en tres estudios diferentes para finalizar los arreglos de la música. Ese equipo estuvo integrado por artistas sanjuaninos, e incluso, en una escena, participó el Coro de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de San Juan.

Por otra parte, el espectáculo final contó con utilería confeccionada con telgopor, madera y material reciclado.
Los especialistas utilizaron técnicas de modelado y tallado y 32 personas trabajaron durante casi dos meses, divididas en dos turnos diarios de seis horas.

Fue un esfuerzo a gran escala que llevó meses de trabajo y que brilló en una noche histórica en el autódromo El Zonda- Eduardo Copello.