Los áridos que se utilizan en la construcción (arena, ripio, piedra bola) están enmarcados en el Código de Minería -Ley 1.919- como ‘sustancias de la tercera categoría‘. El negocio detrás de esta actividad es bastante holgado en rentabilidad: una camionada de ripio puesta en obra ronda los 280 pesos, en tanto que una de arena fina los 350 pesos. La ganancia es casi plena y es de difícil control para el fisco, explicaron fuentes del sector.