La prostitución en San Juan abre un nuevo capítulo. Es que mientras las mujeres, travestis y hombres que ofrecen servicios sexuales siguen demostrando que el negocio crece en las calles sanjuaninas, el Ministerio de Gobierno y la Municipalidad de la Capital piensan en ordenar esta actividad por la cantidad de reclamos (ver aparte). En este contexto, las prostitutas y los taxiboys locales contaron cómo es su mundo y cómo fue cambiando con el paso de los años. Dijeron que están casi siempre en las mismas esquinas, que se conocen entre todos y que hacen este trabajo porque consiguen dinero rápidamente. ’Hace unos años trabajé de empleada doméstica y me pagaban 100 pesos las 4 horas, y yo en la calle ganaba entre 500 y 700 pesos’, dijo Elena, una de las mujeres que se prostituye en avenida Rawson y que ofrece servicios sexuales desde hace 26 años.
Dicen que la prostitución es uno de los trabajos más antiguos del mundo y en San Juan hay cerca de 300 personas que ofrecen su cuerpo a cambio de dinero. Algunas de estas personas abrieron su mundo y decidieron contar cómo es su vida. Admitieron que con el paso de los años la prostitución comenzó a cambiar.
Cada vez hay menos trabajadoras sexuales que tienen ’fiolos’, hombres que reclutan a las mujeres para prostituirlas, y las que tienen estos hombres lo hacen para buscar protección. ’Muchas de las mujeres están acompañadas de sus parejas o algún hombre conocido para que les brinden seguridad a cambio de un porcentaje de dinero. Pero ya no es como antes y no existe el estereotipo de fiolos que había en la sociedad: ese hombre que era violento y que las manejaba a su gusto’, dijo Andrea una mujer que tiene 22 años, que hace pocos meses fue mamá por tercera vez y que trabaja como prostituta desde hace 4 años.
No tienen horarios y eso es una de las ventajas que todos resaltan de estar en la calle ofreciendo su cuerpo a cambio de dinero. Sin embargo, la mayor cantidad de clientes busca sus servicios en las noches y sobre todo los fines de semana. Ahí mujeres, travestis, transformistas y hombres copan algunas calles del centro como la avenida Rawson, Córdoba, Mitre y Santa Fe, principalmente. Sin embargo, dijeron que hay otras zonas donde la prostitución es moneda corriente, incluidos los departamentos alejados.
Las avenidas Córdoba y Rawson son los puntos con mayor oferta sexual en Capital.
LA COMPETENCIA
La presencia de travestis o transformistas prostitutas, trajeron al negocio local uno de los mayores cambios.
Pues las mujeres perdieron muchos clientes, por la competencia. ’Los travestis levantan más clientes que nosotras y por eso no dejamos que pasen para esta zona. Caso contrario nos vamos a ir secas -sin ganancia- todas las noches’, dijo una de las mujeres que está en la esquina de Rawson y Mitre. Dijeron que las mujeres suelen levantar en noches buenas 4 o 5 clientes. Por su parte las ’mujeres trans’, como se llaman entre ellas, admitieron que tienen más clientes y que hay viernes y sábados que atienden entre 20 y 30 personas. ’Yo soy enfermera, pero nunca ejercí. Trabajo en la calle porque me da mucha más plata. Además ser travesti es muy caro y se necesita el dinero rápidamente para la transformación. La prostitución es la salida más veloz’, dijo Jimena, que desde hace 10 años se ubica en las inmediaciones de Córdoba y Aberastain. Mientras que otras trans dijeron que a los hombres les gustan más ellas, porque tienen más ‘pinta de p…‘.
Pero las mujeres y las mujeres trans no son las únicas que ofrecen sexo en la vía pública. Desde hace algunos años hay hombres que también venden su cuerpo, a mujeres y varones. ’Nosotros estamos girando por las calles. A diferencia de las mujeres no tenemos paradas fijas’, dijo Pichón, uno de los chicos que es trabajador sexual y que también explicó las diferencias que hay entre los clientes de prostitutas y de taxiboy. Las personas que buscan sexo con mujeres o travestis no tienen problema de pararse junto a ellas para consultarles costos y para concretar la cita, mientras que los clientes, hombres o mujeres, que buscan a varones para tener relaciones suelen pararse a mitad de cuadra de donde está el trabajador sexual. ’No se muestran mis clientes. Hacen cambios de luces a la distancia o como mucho sacan el brazo por la ventanilla para llamarme. Ponen en juego la discreción, porque la sociedad es muy conservadora’, agregó Pichón. Hablando de los clientes todos dijeron que la mayoría son hombres y que a los travestis generalmente los buscan personas jóvenes. Aunque también hay mujeres que buscan relaciones con personas de ambos sexos.
LA SEGURIDAD
Durante muchos años uno de los peores enemigos de las trabajadoras sexuales fueron los policías. Contaron que las levantaban de la calle, algunas veces las golpeaban y las dejaban encerradas varios días. Sin embargo admitieron que actualmente no tienen ese tipo de problemas. De hecho, es común que en las noches, desde los patrulleros les consulten si está todo tranquilo, según dijeron. ’Antes nos dejaban encerradas al menos 5 días, ahora no pasa nada’, dijo una de las mujeres que está hace más de 20 años en las calles sanjuaninas, mientras que Mónica Lencina la presidenta de Ammar San Juan (Asociación Mujeres Meretrices de Argentina), dijo que desde hace 2 años, la policía las deja trabajar. ’Hay veces que nos retan cuando hay compañeras que están casi desnudas. Culpa de ellas después tenemos problemas’, dijo una de las mujeres trans.
Si bien admitieron que tienen mucho coraje, dijeron que la calle las deja muy expuestas a los robos y a que les toquen clientes violentos. De hecho aseguraron que la mayoría no se va con clientes que anden en moto, porque es más factible que les hagan algo que cuando se movilizan en autos. En este sentido también contaron que casi siempre van a los mismo hoteles, donde ya las conocen, aunque muchas admitieron que en ocasiones han sido asaltadas y hasta brutalmente golpeadas. ’Una vez, me llevó un tipo, me pegó como nunca antes me habían pegado y me dejó tirada en un campo. Yo pensé que no la contaba’, agregó Elena, que ya es abuela. En este contexto, todos los trabajadores sexuales consultados dijeron que no les gustaría que los saquen del centro, pues esa zona es la más segura. ‘Nos llegó el rumor de que nos quieren levantar de las calles, pero no lo vamos a permitir‘, dijo otra de las mujeres prostitutas.
Otros datos
La ropa
Muchas de las trabajadoras sexuales no son visibles. Es decir, que en su entorno no saben que se prostituyen. Por eso llegan a las esquinas con mochilas o bolsas y se visten donde encuentran un lugar. otras llevan varias mudas para cambiarse en la noche y tener distintos looks.
Los precios
Si bien muchos no quisieron decir cuánto cobran por los servicios, contaron que todas más o menos cobran lo mismo, aunque también dijeron que hay veces que es según la cara del cliente. Según algunas mujeres hacer sexo oral tiene un costo de $150 y el sexo tradicional, $300.
Para tríos
Si bien la mayoría de los clientes son hombres, aunque también hay mujeres, las prostitutas locales dijeron que últimamente muchas personas llegan a contratar sus servicios con sus parejas para hacer tríos en la cama. Esta práctica es cada vez más común.
La crisis
En épocas de crisis económicas las prostitutas dijeron que pierden clientela. Según contaron que los hombres que antes las buscaban todas las semanas, lo hacen sólo dos veces al mes. “No se dan el gusto y ahorran privándose de este vicio”, dijo una de ellas.
Reuniones previas
Según el intendente de Capital, Franco Aranda, la idea es buscar la forma de organizar a las mujeres que trabajan en la calle ofreciendo sexo. Para eso mantuvo reuniones con el Ministerio de Gobierno para ver qué decisión tomar. "Vamos a ver qué hacemos para buscar una solución, porque recibimos muchos reclamos de los vecinos, pero la idea es respetar los derechos de todos, incluidos de las trabajadoras sexuales", dijo Aranda y admitió que piensan ver si pueden reordenar la zona o ver si las trasladan a otro lugar.