La situación es más que preocupante. Al menos así la definió la mayoría de los paseros locales que DIARIO DE CUYO consultó, al referirse a la ola de robo de pasas de uva que está afectando la provincia, y al mercado negro en el que se está comercializando este producto. Desde mediados de marzo a mediados de abril, hubo saqueos en cinco departamentos (Zonda, Ullum, 9 de Julio, Pocito y 25 de Mayo) y robaron cerca de 8.000 kilos. Los productores dijeron que el delito no es nuevo pero que roban cada vez más cantidad y en situaciones más violentas. Este año la cantidad de kilos robados fue dos veces mayor que en el mismo período del 2010.

El kilo de pasas en bruto está cotizado en aproximadamente 1,3 dólares (unos 5,30 pesos) y el tráfico en el mercado marginal no exige mayores complicaciones, según dijeron los afectados. Y teniendo en cuenta que ya robaron unos 8.000 kilos, lo que se movió en el mercado clandestino, en un mes, fue de más de 40.000 pesos.

Por lo general, el que roba le vende la pasa a un reducidor y éste se encarga de sacarla de la provincia a granel. Los productores afectados dijeron que saben quiénes son y que hicieron la denuncia ante la Justicia, pero hasta el momento no hay ningún detenido.

Como la pasa no tiene ningún tipo de marca ni sello, es un producto que puede pasar fácilmente. Según contaron los afectados, las pasas robadas entran en un mercado marginal y luego pueden ser vendidos en mercados secundarios sin ningún control. Salen embaladas sin marca y a granel. "Todos sabemos dónde están los reducidores y la Policía también. Sólo hay que actuar", dijo Alberto Cassab, uno de los empresarios afectados.

"Me robaron en dos oportunidades. La última fue hace poco más de un mes, llevándose casi 1.000 kilos de pasas. Lo peor es que fue un asalto a mano armada", dijo José Molina, ex presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina. El robo fue en Pocito, y a pesar de haber puesto la denuncia policial, nunca dieron con el paradero de los delincuentes. Las historias se repiten entre los productores locales. Todos coinciden en afirmar que los robos son cada vez mayores, más frecuentes y más violentos.

"En lo que va del año me robaron pasas tres veces. Se llevaron más de 4.000 kilos. La situación es cada vez peor y los serenos que cuidan los galpones corren más peligro porque los delincuentes no tienen límites", dijo Cassab.

Una situación similar sufrió Juan Pérez Ridao, en sus galpones de Zonda y Ullum, donde hace un par de semanas robaron más de 2.000 kilos de pasas de uva en cada uno. "Puse la denuncia, declaré, pero hasta el momento no tengo ninguna solución. Es una historia sin fin", dijo Pérez Ridao. Mientras que Carlos Búbica, en 9 de Julio pasó por un intento de robo, no sólo de pasas sino que quisieron llevarse un tractor, según dijeron fuentes policiales de la comisaría ubicada en ese departamento.

Si bien el problema no es nuevo, lo que aseguran los paseros es que se está agravando cada vez más porque no hay responsables formalmente identificados. "Es tierra de nadie. Esto es una cuestión de decisión política y en 48 horas caen todos", afirmó Cassab. Los empresarios consultados por este medio coincidieron en afirmar que se sabe quiénes son los reducidores pero que la Justicia no hace nada, a pesar de las denuncias realizadas en varias oportunidades.

Hace un par de años, la Cámara de Comercio Exterior se reunió con el jefe de Policía para pedir ayuda, pero según Cassab, no tuvieron respuesta. "Hay que empezar investigando las camionetas que recorren los departamentos alejados y altavoz mediante, ofrecen pasas a la venta. Ahí hay que empezar a apuntar para llegar a la raíz de la cadena", agregó Cassab.

San Juan ocupa uno de los principales lugares a nivel nacional en exportación de pasas. De las pasas que salen del país, el 95% es de esta provincia. Según los datos que maneja la Cámara de Comercio Exterior, por año se exportan 2,5 millones de cajas de pasas de 10 kilos cada una. En el 2010, el ingreso que tuvo la provincia respecto a este producto fue de cerca de 35 millones de dólares.