Con 15.000 usuarios afectados por el daño en 19 líneas de media tensión, algunos de los cuales seguían sin luz al cierre de esta edición, el viento Sur del domingo pasado fue el de peores consecuencias desde el llamado Zonda histórico del 11 de julio de 2006, exactamente cuatro años antes. Incluso superó en cantidad de usuarios afectados al Zonda del 23 de junio pasado, que llegaron a 10.000 y que en algunos casos, estuvieron sin energía por más de 48 horas. Al cierre de esta edición, ayer todavía había sanjuaninos sin electricidad, sobre todo en el Médano de Oro.

Las fuertes ráfagas que empezaron a soplar pasadas las 17 horas y que alcanzaron los 100 km/h provocaron cortes de conductores, postes quebrados, caídos y quemados por incendios, además de afectar un importante número de líneas de baja tensión en distintos puntos de la provincia. Así lo informó el gerente de Ingeniería y Operaciones de Energía San Juan, Horacio Hidalgo, quien consignó además que "los departamentos afectados parcialmente fueron Pocito, Rawson (sobre todo en el Médano de Oro), 9 de Julio, 25 de Mayo, Sarmiento, Albardón, Angaco, Chimbas y Capital".

Las fallas producidas por el viento dejaron sin energía a cerca de 15.000 usuarios distribuidos en estos departamentos. Algunos recuperaron el servicio a las pocas horas y otros en el transcurso del día, pero a las 18 de ayer (hora en que se emitió el último comunicado oficial de Energía San Juan) restaba un 5% que seguía sin luz.

La zona más afectada fue el Médano de Oro, en particular la calle 11, donde la caída de una subestación dejó a un importante número de familias sin energía eléctrica aún al cierre de esta edición. "Menos mal que existe el freezer, porque si no, tenía que empezar a tirar mercadería al canal", se lamentaba ayer María Cerdera, quien atiende su almacén en Alfonso XIII y calle 11 desde hace 40 años. "En un rato más voy a tener que cerrar, porque se va el sol y nos quedamos a oscuras. Es una historia de nunca acabar: cada vez que sopla viento fuerte, nos quedamos sin luz", decía la mujer mientras encendía una lámpara portátil a gas para iluminar a medias el interior de su negocio. También reveló que durante la tarde del domingo hizo reiteradas llamadas desde su celular a Energía San Juan, sin éxito, ya que lo único que consiguió fue la respuesta de un contestador. "Acá hay un teléfono público, pero cuando no hay luz tampoco funciona. Estuve llamando todo el domingo desde mi celular y me gasté el crédito, pero sigo sin luz", se quejó María.

A unas cuadras de allí y muy cerca de donde los obreros de una empresa contratista de Energía San Juan trabajaban en la reparación de una línea que todavía estaba en el suelo, Alejandra Mas tuvo que optar por no abrir la peluquería que tiene en su casa. "Hemos visto que esta gente ha estado trabajando todo el día, pero no dan abasto. Es que este viento ha sido muy dañino y destrozón, ha tirado abajo postes que llevan la línea a toda esta calle. Ojalá lo puedan arreglar pronto, porque acá tenemos el problema de que si no hay luz, tampoco tenemos agua", dijo Alejandra. Su esposo Aldo también contó que "lamentablemente no es una historia nueva para nosotros, porque no es la primera vez que un viento nos deja sin luz por uno o dos días".