Las elecciones de ayer fueron la etapa final de Arnold Schwarzenegger como gobernador California, un Estado asfixiado por las deudas y el desempleo.

La estrella de “Terminator” abandona el cargo después de agotar 2 legislaturas, es decir, después de haber permanecido en el cargo el máximo tiempo posible de forma consecutiva. Pero se va con unos niveles de popularidad mínimos históricos.

Es un triste adiós para Schwarzenegger cuyo legado de 7 años quedará marcado por una crisis económica que puso en evidencia las debilidades del rico Estado de California.

El dirigente republicano, apodado “Governator”, pasó de promover rebajas de impuestos en su primer período, a ganar con comodidad la reelección en 2006 con la promesa de otorgar atención sanitaria para todos. Ahora, termina con el agua al cuello, adoptando drásticos recortes sociales y luchando por la supervivencia de un Estado en emergencia fiscal.

Este es el panorama poco alentador con el que se encontrará su sucesor (cerrada la edición no se definía si era el demócrata Jerry Brown o la republicana Meg Whitman), los candidatos coincidieron en una cosa: distanciarse de Schwarzenegger, a quien han criticado abiertamente en sus discursos y cuya deteriorada imagen política parece eclipsar cualquier rédito electoral que pudiera suponer fotografiarse al lado del musculoso actor de Hollywood.

El aún gobernador, sólo cuenta con el respaldo del 20% de los electores, según los últimos datos de The Field Poll, una cifra récord histórica en California.

Por otra y además de renovar parte del Congreso y elegir nuevos gobernadores, los estadounidenses votaron una serie de iniciativas polémicas encabezadas principalmente por la legalización de la marihuana en California.

La llamada Propuesta 19 llega a las urnas californianas con pocos visos de prosperar según las últimas encuestas publicadas durante el fin de semana, que indican que sólo un 42% de los electores apoyará una medida que tiene en contra a un 49% de la población.

Popular especialmente entre los jóvenes y el colectivo demócrata, la iniciativa persigue la regularización del cannabis en California y su equiparación al tabaco y al alcohol, lo que implicaría despenalizar su cultivo, comercio y consumo para mayores de 21 años en un Estado donde actualmente esa droga ya es legal para uso médico.