Destreza para moverse entre las piedras. Habilidad para sortear los rápidos y evitar quedar con la cabeza bajo el agua. Hay que manejar con precisión los remos y domar los saltos con sólo mover la cintura y los brazos. Sumado a esto, el placer que implica desplazarse río abajo, sobre todo en una temporada donde el agua escasea en la provincia, hasta tal punto que en el dique de Ullum no se puede realizar actividades acuáticas. Excepto practicar kayak, en el río San Juan, en el sector que está antes de llegar al paredón. Y justamente esta temporada, la actividad está causando furor en la provincia. Se formó un club y ya hay una escuela donde se puede aprender este deporte.
Es por eso que ni bien pasa el mediodía durante todos los fines de semana, es una postal común ver vehículos transportando kayak de todos los colores, tamaños y calidades. Los amantes de este deporte acuático se apuestan en el margen del río San Juan, casi enfrente de la Cerámica San José. Este es el único sitio que la Dirección de Hidráulica autorizó en el dique de Ullum para realizar una actividad acuática. Fue porque la gente que conforma el Kayak Club San Juan presentó un proyecto a la Municipalidad de Rivadavia. Lo que están haciendo en el lugar es un parque de agua, que será el primero del país, y en el que ya se está construyendo los espigones que crear los saltos, es decir, los movimientos hídricos del agua que choca en la roca y que es indispensable para agregar adrenalina al kayakismo y para practicar algunas disciplinas como el freestyle.
"Este es un deporte que no tiene edad. Sólo hay que tener ganas, aprender la técnica y meterse al agua a practicar", dijo Sergio Carrizo, instructor de agua. Una de las kayakistas más jóvenes es su propia hija, Sol, que tiene 13 años. Además, son cada vez más las mujeres que se animan a subirse a un kayak, según contó Mauricio Caif, presidente del club.
"Es como una montaña rusa. Atravesar el río implica ir de un sitio donde las aguas están calmas, a otros donde la fuerza de los saltos puede dejarte con los pies para arriba", contó Germán Babas. En sector del río San Juan donde se realiza la actividad es de dificultad 1, es decir, la menos complicada y es un sitio ideal para aprender el deporte. El kayakismo en San Juan no es nuevo. Fue en los "60 cuando surgió la actividad, pero cuando comenzaron la construcción de los diques Caracoles y Punta Negra, este deporte empezó a desaparecer, por falta de lugar para practicarlo. Es por eso que el surgimiento de un nuevo espacio implica una esperanza para la actividad.