El intendente de Valle Fértil, Omar Ortíz, ratificó esta mañana en diálogo con Radio Sarmiento la falta de responsabilidad de algunos vallistos en el marco de las medidas sanitarias impuestas por la pandemia del coronavirus.
Cabe destacar que durante el fin de semana largo, se detectaron 3 fiestas clandestinas en el departamento, el cual tuvo a su vez una gran cantidad de turistas por el fin de semana del 9 de Julio.
Una publicación realizada en redes por la Municipalidad de Valle Fértil se preguntaba: "¿Qué nos está pasando como sociedad? Hay vecinos que están convencidos que la gente que no es del pueblo es la que trae el virus. Lamentablemente seguimos siendo nosotros los que lo seguimos propagando".
La publicación completa:
SI EL ESFUERZO NO ES DE TODOS, NADA ALCANZA!!!
Pareciera que las cosas se hacen a propósito, pareciera que por más que nos repitan una y mil veces que la responsabilidad es de todos, siguen habiendo personas dispuestas a transgredir leyes, decretos, consejos, y a olvidar nuestros amigos, padres, hijos, hermanos, sobrinos, que esta pandemia se llevó y sigue llevando.
Hoy una jóven docente, buena esposa y madre, con toda una vida por delante dejó de existir y al mismo tiempo nos enteramos que policías, gendarmes, estudiantes, amas de casa participaron de una fiesta clandestina en el Bajo de Astica. Y como si fuera poco, en "La Cienegüita" además de algunas de las personas que viven allí se sumo una maestra y para que no queden dudas de que el problema no es solo de algunos, en Baldes del Sur personas mayores quienes se consideran de mayor riesgo, también hicieron su aporte. ¿Justamente ellos?, ¿Que nos está pasando como sociedad?, sin justificar el resto de las fiestas clandestinas de la provincia, acá nos conocemos todos, nos asusta cuando nos enteramos de tal o cual contagio, sufrimos cuando suena "el helicóptero", y hasta hay vecinos que están convencidos que la gente que no es del pueblo "trae el virus".
Lamentablemente seguimos siendo nosotros los que lo propagan, pero con una afección más preocupante y que no tiene ningún síntoma pero que afecta tremendamente y que se llama "desprecio". Desprecio al esfuerzo de muchos, desprecio al dolor de otros, desprecio a la vida.
Estas conductas irresponsables, egoístas, son las que no nos van a permitir salir rápido de este flagelo o al menos mitigarlo, pero tampoco sirve maquillar la realidad de que es nuestra propia gente la que se empecina en tirar por la borda todos los esfuerzos de una sociedad que está perdiendo una batalla donde todas las semanas se suman dolorosas bajas.