San Juan, 21 de septiembre.- Ni remeras mojadas, ni chaya y mucho menos la osadía de hacer el chiste de tirar a un amigo a la pileta. El cielo nublado y el viento helado obligaron a los chicos a buscar reparo, hacer deportes para entrar en calor y volver temprano a sus casas abatidos por el frío. Así vivieron el Día de la Primavera, los alrededor de 4.000 jóvenes que, según datos de la Policía, se movieron en los campings y espacios verdes de Ullum y Zonda entre ayer y hoy.

Esta vez, durante los festejos salieron los lentes negros y las gorras para dar paso a las camperas y gorros de lana. Es que, la temperatura máxima fue de sólo 17,9 grados a las 15 y, encima, después empezó a bajar.

En el Palmar del Lago, uno de las playas del Dique de Ullum, los chicos eligieron pasar la siesta en el interior de las carpas o debajo de los quinchos, sentados y con las camperas puestas.

A su vez, los jóvenes que decidieron festejar en el Camping de Rivadavia duraron poco. “Llegamos hace dos horas, armamos la carpa y ya nos estamos yendo. No se puede estar acá con este viento. Encima me rompió la carpa, mi viejo me va a matar”, contó Mauro mientras levantaba campamento con la ayuda de sus amigos.

Detrás de él, los parlantes conectados y acomodados sobre el escenario, no funcionaban. Es que, como todos se fueron temprano, suspendieron el espectáculo de música en vivo que se iba a realizar.

Los que la pasaron mejor fueron los adolescentes que eligieron pasar el día en campings más cerrados, como el del Centro de Empleados de Comercio. Allí, los partidos de fútbol, vóley y hockey improvisados, ayudaron a aguantar un poco más y disfrutar a la intemperie.