
Finalmente, Nahuel Castro consiguió el permiso que necesitaba y podrá seguir vendido comidas en su carro ubicado en calles Díaz y Benavídez, de Chimbas, con el que da sustento a su familia y a su padre.
El hombre se acercó a la Municipalidad y allí le permitieron que siguiera trabajando con su carrito "El loco Beto". “Me llamaron y me escucharon para poder seguir manteniendo a mi familia”, aseguró.
Todo comenzó anteanoche, cuando Castro trabajaba en esa esquina como lo hace desde hace casi tres meses, y personal de la Policía le pidió que cerrara porque, de otro modo, le llevarían la estructura.
El hombre, que tiene 21 años y es el sostén de su pareja, sus dos hijos de 2 años y de 8 meses, y de su padre y dos hermanos discapacitados; debió dejar de atender y decidió hacer público el hecho para pedir que le permitieran seguir vendiendo. Ahora, consiguió la autorización.
