Ayer, José Hilario Jofré (66) revivió uno de los momentos más dramáticos de su vida. Al igual que le ocurrió en el terremoto del "77, cuyo epicentro fue en Caucete, su casa prácticamente quedó inhabitable a causa del temblor. El hombre, que vive en La Puntilla, San Martín, sufrió dos veces la misma tragedia. Anoche, su familia fue trasladada a la Comisaría y él se quedó en el lugar para evitar que le roben sus pertenencias. Tal como lo hizo durante la tragedia caucetera.
"Sentí el mismo miedo que la otra vez, sobre todo cuando vi que no paraba. Le pedí a Dios que parara", contó José, que vive en esa casa con tres hijos, su nuera y cinco nietos. Agregó además que lo que más lo asustó fue ver cómo se movía el canal que pasa justo frente a su vivienda porque dijo que ese lugar era muy peligroso.
La casa está al borde del derrumbe. Las paredes están totalmente fisuradas por lo que quedó inhabitable, según dijeron los efectivos de la Policía que llegaron a asistir a la familia. En 1977 a José, el terremoto lo encontró solo ya que su esposa estaba internada a punto de dar a luz. Esa noche, el hombre tuvo que dormir en el patio, sobre unos fardos de pasto porque la casa quedó en el suelo. Anoche José vivió una situación similar. Pero se le sumó la angustia de ver a sus nietos temblando de miedo y llorando. El nieto más chico tiene 14 días.
"Voy a ponerme un nailon encima"; contó el hombre, que fue asistido por la policía y llevaron a toda su familia a pasar la noche en la Comisaría. Para el terremoto del 77 José vivía en Caucete y su casa quedó en el suelo. Luego de ello tuvo que empezar de nuevo, pero en San Martín.
Desde la Policía dijeron que comunicaron la situación al intendente Pablo Santibáñez, pero no puso a disposición ningún edificio municipal para alojar a la gente. Ante esta situación, la hija, la nuera y los 5 nietos, entre ellos un bebé de 14 días, fueron trasladados a dependencias policiales para pasar la noche. Lo que no se sabe es qué hará la familia hoy ya que no podrá volver a ingresar a la casa de barro y palo que está a punto de quedar en el suelo.

