Silencio. Desolación. Sólo los gritos de los jugadores y las voces a la lejanía de los relatores de los distintos medios que transmitieron el partido, eran la única sinfonía que se podía escuchar en el desolado estadio Juan Domingo Perón. La pésima campaña realizada en este torneo por Instituto que lo ubica en el fondo de la tabla de posiciones, llevó a la Policía de Córdoba a disputar el encuentro entre Instituto y San Martín a puertas cerradas.
El ambiente, poco habitual para un encuentro de fútbol, fue la mejor solución para evitar cualquier tipo de incidentes de la parcialidad local para sus propios jugadores. Es que en la semana, integrantes de la hinchada local se hicieron presentes en la práctica del elenco que dirige Mazzola en el predio +La Agustina+ para incluso, provocar incidentes y roturas en las movilidades de sus propios jugadores. Por eso, la medida de ayer buscó descomprimir esa situación, quitándole el folclore que requieren los encuentros de esta clase.
+Que raro es ver la cancha así, lo lindo es que no te insultan más hoy en el día de la madre+, expresó entre risas el árbitro Ariel Penner apenas ingresó al campo de juego a los fotógrafos presentes. Claro, el ambiente de cancha simuló ser más de un entrenamiento. En los alrededores del estadio se montó un importante operativo policial donde fue por demás riguroso el acceso para los periodistas y los pocos dirigentes acreditados para ingresar. Tres cuadras a la redonda ya estaba cortado el ingreso con policías en todas las esquinas.