Erguido en la base del cerro, solo y abandonado, impacta por su tamaño. Los pocos que pueden llegar a verlo, generalmente lugareños o bikers, le dicen cohete, porque se asemeja a una nave montada en una plataforma de despegue. Otros lo hayan parecido a un faro, sólo que con las escaleras en espiral del lado externo. Lo concreto es que la estructura genera un misticismo particular porque está construida sin nada alrededor que le dé un contexto o una pista que indique su origen. Sólo están las Sierras de Zonda de fondo y unos grandes diferimientos hacia abajo, hacia la calle 9 del Quinto Cuartel, Pocito. Lo demás, piedras, arbustos y el viento que ulula en el interior del cilindro metálico.
Quién lo hizo, qué es o por qué está ahí son las dudas que los descubridores de esta estructura de más de 25 metros no pueden sacarse apenas llegan y miran el lugar. "Yo lo veía desde muy lejos y siempre me llamó la atención. Hasta que un día me animé y me vine en bicicleta. Para mí es como un cohete a medio construir. Si hasta la parte de abajo tiene una boca que parece la salida de la propulsión", contó el biker Cristian Ríos, quien se quedó tan encantado con la estructura que estuvo averiguando en Pocito cuál es la historia del aparato. "Pero hasta el día de hoy, no consigo a nadie que me diga qué es", contó.
Montado sobre una base de cuatro patas de hormigón, el cilindro sólo tiene unas barras de acero atravesadas en su interior, en la boca inferior. Por fuera tiene una escalera en espiral de color amarillo, que fue cortada a unos 3 metros desde el suelo y ese último tramo está colgando. Por eso, alguien improvisó una escalera de palos con maderas añadidas para llegar al último escalón y poder subir hasta la punta. Pero aunque puede escalarse a duras penas, pese a sus ataduras con alambres, hay un espacio vacío muy peligroso antes de llegar a la estructura de acero.
Según el testimonio de unos trabajadores del diferimiento que hay en la cercanía, la estructura no es un cohete olvidado ni un faro que alumbra la nada, sino un horno calero. Y la leyenda de tragedia que lo envuelve es tan fuerte como el misterio que encierra la estructura. De acuerdo a los obreros, unos hermanos sanjuaninos quisieron montar una calera hace unos 15 años y comenzaron a construir el horno. Pero al poco tiempo murió uno de los empresarios en un accidente en ruta 40 y luego la fatalidad golpeó al otro hermano, también en un choque pero en Córdoba. Entonces, el emprendimiento quedó huérfano y por consiguiente, jamás pudo ser explotado, según los testimonios.
Sin embargo, en el Instituto de Investigaciones Mineras no tenían conocimiento del horno y en la Secretaría de Producción de la Municipalidad de Pocito manejaban referencias sobre que el proyecto de la calera fracasó porque era costoso llevar el gas al lugar, pero no pudieron comprobarlo.
Lo cierto es que el cohete, el faro o el horno quedó detenido en el tiempo y como mudo testigo de una historia que la mayoría desconoce, aumentando su misterio con el paso de los años.

