Mientras el windsurf sigue siendo el líder, el kitesurf va ganando terreno o, mejor dicho, agua. Tanto, que ahora hasta tiene un sector propio en el lago. En esta temporada apareció también el kayak, que se transformó en el deporte ideal para disfrutar cuando el viento no sopla tan fuerte como para desarrollar los otros dos deportes. Y a eso se suma que la conjunción de agua, playa y Sol se transforman en la situación ideal para quienes prefieren sentarse a leer un libro o recostarse y broncearse. Es que, en verano, el espejo de agua del dique Cuesta del Viento brilla con más esplendor y ofrece una amplia gama de actividades a los turistas que eligen Iglesia para pasar las vacaciones.

La temporada de verano es ideal en el dique, es que el viento sopla con mayor intensidad, sobre todo después de las 16. Por eso, los amantes de los deportes acuáticos o quienes quieren iniciarse en ellos, llegan desde Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, entre otras provincias, para pasar las vacaciones. Inclusive hay quienes se quedan durante todo enero y febrero, con el fin de aprovechar las clases para principiantes y volver a sus casas siendo expertos en alguno de los deportes. A su vez, allí la tranquilidad y el buen clima, que mezcla el calor del Sol con el respiro de las brisas, permiten que toda la familia pueda disfrutar del espacio.