Un emprendimiento olivícola en el departamento Sarmiento, que integra el proyecto agrícola Campogrande del Acequión, fue hallado infraganti por personal de la Secretaría de Ambiente de la provincia el viernes pasado quemando envases de agroquímicos, y ayer recibió como primera sanción la obligación de limpiar la zona.
José Luis Espinoza, director de Gestión Ambiental, informó que “se apersonó la empresa por el lugar y le indicamos que la primera medida es remediar lo sucedido. Limpiar y levantar todo eso, para luego entregárselo a un operador autorizado”.
Además, la Secretaría de Ambiente inició un expediente que podría concluir en una multa a la firma, que va de los diez mil a los dos millones de pesos. Y por otro lado, comenzará un proceso desde hoy en el Juzgado de Paz de Sarmiento.
Espinoza ya había adelantado a DIARIO DE CUYO que “esta empresa no tiene multas anteriores pero quemar y enterrar los recipientes de agroquímicos es algo que realiza con frecuencia. Lo que estamos seguros es que la multa no será la mínima”.
El procedimiento correcto para estos casos es realizar un triple lavado de los envases, para luego perforarlos, quitarles el etiquetado y entregarlos a recicladoras.
En tanto, Ricardo Martínez, desarrollador de Campogrande del Acequión, afirmó que “nuestra firma vendió tierras a este grupo que ha desarrollado en estos últimos 4 años más de 1.000 hectáreas de olivar con capitales propios, técnicos y mano de obra totalmente local. Dentro de los insumos para cuidado del olivar se utilizan grandes cantidades de herbicidas y algunos otros químicos. Todos de amplio uso en toda la industria agrícola nacional. Con las últimas lluvias se acrecientan las malezas y el uso de herbicidas. La disposición final de envases es en repositorio autorizado luego de un protocolo de tres lavados. En este caso algún empleado optó por no cumplir este protocolo. Obviamente deberá aplicarse el alcance legal que corresponda pero de ninguna manera esto debe opacar los esfuerzos de grupos empresarios argentinos que apuestan al desarrollo agrícola en San Juan”.
La contaminación
El hecho de haber quemado los envases plásticos, que en su mayoría eran de un herbicida que contiene glifosato, significó contaminar el aire. Y como estaba previsto luego dejarlos enterrados, también contempla que la tierra sea perjudicada, además del potencial de llegar a un posible acuífero.