El “famoso discurso” del presidente de EEUU John Fitzgerald Kennedy del 25 de mayo de 1961 ante el Congreso, que anunció que enviarían un hombre a la Luna en esa década -si aprobaban su pedido de fondos extras-, apeló a cuestiones como el liderazgo mundial de su país y la “guerra fría”, para justificar la empresa.

La Unión Soviética llevaba entonces ventaja en la carrera espacial, con sus primeros vuelos tripulados al espacio, por eso un argumento de Kennedy ante la sesión plenaria fue “la batalla que se está dando en el mundo entre libertad y tiranía”.

“Los dramáticos logros (soviéticos) en el espacio ocurridos en las recientes semanas deberían aclarar, como lo hizo Sputnik en 1957, el impacto de esta aventura en las mentes de los hombres que todos lados buscan determinar de qué lado del camino se colocan”, añadió.

También aseguró que “ahora es tiempo de dar pasos más largos, tiempo para un gran emprendimiento americano, para que esta nación tome claramente el liderazgo de los logros en el espacio, que en muchos aspectos pueden ser la clave del futuro en la Tierra”.

El mandatario admitió que “no podemos garantizar que algún día seremos primeros, pero podemos garantizar que cualquier falla en este esfuerzo nos hará los últimos”.