Los vecinos de Zonda, en Iglesia, habían estado amasando toda la tarde. Alrededor de las 20.00 comenzaba la tarea de armado de los pasteles fritos, que serían el plato principal de la primera noche de la 10ma edición del Festival del Pastel. Estaban en el jardín de la capilla San Antonio de Padua, frente a la calle donde serían los festejos. Pero los sorprendió la lluvia y tuvieron que buscar resguardo. Lo más cercano: la capilla. Mientras algunos de los vecinos corrían los bancos, otros movían los tablones en los que estaban trabajando. Y, en cuestión de segundos, terminaron cocinando dentro de la iglesia.
El viernes por la noche, la imagen sorprendía. Los bancos de la capilla estaban amontonados cerca del altar, delante de la imagen de Jesús. Junto a ellos, tres tablones sostenían el amasijo y diez personas armaban los pasteles sin cesar.
Mientras tanto, el público había empezado a armar las mesas y sillas que estaban dispuestas en un costado de la calle Pública, que fue el escenario del festejo. Sobre esa calle de tierra, frente a una construcción de adobe que sostenía una Bandera Argentina gigante, estaba dispuesto el escenario. Desde allí, más tarde, saludarían las tres candidatas a Paisanas del Pastel y la nueva Paisana electa, Lorena Paola Poblete, una joven zondina de 17 años.
Ya eran las 22.30 y adentro de la capilla, entre imágenes de santos y rosarios, los vecinos seguían haciendo el repulgue. Tenían que armar 100 docenas de pasteles rápido porque la gente estaba impaciente por empezar a probarlos. De golpe, un corte de luz. Las manos, que antes se movían sin parar, se detuvieron. Pero el corte de electricidad sólo les permitió descansar unos minutos. Rápidamente volvió la luz y el grupo de cocineros continuó con su obra.
Cuando el reloj marcó las 23.00 comenzaron a salir las bandejas con los primeros pasteles fritos. La gente hacía cola para comprarlos.
El resto de la noche continuó con música y baile, al ritmo del cuarteto de la Banda Real, mientras las bandejas repletas de pasteles seguían recorriendo las mesas.

