Para la mayoría de los sanjuaninos, seguramente será imposible borrar de la memoria el fenómeno ocurrido el 2 de julio de 2019 que paralizó la provincia y la puso en vidriera en distintas partes del mundo. Ese día, un eclipse total de Sol oscureció la tarde y captó la atención de todos. El evento, movilizó a gran cantidad de personas, incentivó el desarrollo de diversos eventos y tuvo un enorme impacto en la actividad turística local.
La impronta del fenómeno astronómico se empezó a percibir incluso un año antes, cuando expertos de distintos países empezaban a reservar camas en la provincia. Sin embargo, fue un mes antes cuando la fiebre del eclipse comenzó a subir. Las autoridades del Gobierno daban a conocer cuáles serían los distintos puntos de observación montados con diversas actividades en 6 zonas de la provincia. Mientras, expertos de la Universidad Nacional de San Juan ofrecían charlas sobre el significado del evento y daban clases sobre los modos seguros de observarlo.
A la vez, los departamentos alejados, como Jáchal e Iglesia (el lugar en el que el eclipse total duró mayor cantidad de tiempo), anunciaban que habían tenido que comenzar a ofrecer en alquiler casas particulares porque sus plazas hoteleras estaban al tope.
Finalmente, en total arribaron a la provincia 37.000 personas, 300 de ellas fueron científicos de distintas partes del mundo, y el gasto total que dejó el turismo en ese momento superó los 20 millones de pesos.
Durante los días previos, las redes sociales se colmaron de ofertas de anteojos aprobados para mirar el Sol y en las aulas, los chicos comenzaron a crear sus propias cámaras oscuras con el mismo fin.
La movilización fue tal que hubo servicios especiales de colectivos para trasladar gente e incluso Aerolíneas Argentinas cambió el horario de uno de sus vuelos para ofrecer la posibilidad a sus pasajeros de observar el fenómeno desde la altura.
En paralelo, visitaron la provincia medios de todo el país e incluso del extranjero, para hacer llegar a cada rincón distintas postales del fenómeno.
Los expertos advertían a la gente que el fenómeno no volvería a repetirse en estas tierras hasta dentro de más de 300 años. Por eso, ese día, muchas familias y grupos de amigos iniciaron su viaje hacia los lugares elegidos para apreciar del mejor modo posible el momento histórico.
Otras personas, sin embargo, continuaron con sus actividades. Pero en aquel instante en el que la Luna pareció posarse sobre el Sol para hacer que anocheciera por un par de minutos cuando el reloj marcaba las 17,20 (aproximadamente, según el lugar de observación), dejó con la cabeza mirando al cielo y la boca abierta hasta a los más escépticos.
En los lugares en los que se había reunido la mayor cantidad de personas hubo cuenta regresiva, aplausos, gritos y hasta lágrimas, ante la inmensidad de aquella unión de los astros que, en la Capital duró aproximadamente 56 segundos y en Bella Vista (Iglesia), 1,52.
Eclipse total de sol
Publicada por Diario de Cuyo en Martes, 2 de julio de 2019
Durante ese lapso, los pájaros volaron desesperados y los perros ladraron sin entender qué sucedía. A la vez, las luces de las calles de la Ciudad se encendieron y hasta se activaron las alarmas de varios autos. La temperatura, por otra parte, hizo un frenético descenso de 4 grados como consecuencia del fenómeno.
#EclipseEnSanJuanMomento histórico. En minutos, San Juan oscurece por el eclipse
Publicada por Diario de Cuyo en Martes, 2 de julio de 2019
El evento, que puso la piel de gallina a aficionados y expertos por igual, generó además un sinfín de manifestaciones. Hubo desde diseñadores que crearon remeras y tazas con imágenes del Sol y la Luna hasta bodegas que crearon vinos especiales inspirados en el fenómeno. Por su parte, fotógrafos y camarógrafos captaron imágenes que difícilmente podrán volver a tomar.
El evento también tuvo su música. Fernando Ruiz Díaz, excantante de Catupecu Machu, llegó con su guitarra a Iglesia y cantó mientras el Sol se iba cubriendo para acompañar después un video único.
"Lloré varias veces durante el show, como lo hacía la gente por la emoción de lo que estábamos viviendo en ese lugar único. Fue impresionante. Algo que no me voy a olvidar en mi vida. Una situación inolvidable, hermosa, única", reveló después.