Una vez que terminó la promesa de lealtad a la Bandera de los 1.605 alumnos de Chimbas, el entusiasmo de la gente subió al máximo y fue porque llegaba la hora de ver el desfile. Sin embargo, tuvieron que esperar más tiempo para que eso ocurriera. Pero de igual manera, la gente no se movió de su lugar y disfrutó hasta el final del desfile que se retrasó 2 horas.

La tardanza fue porque el acto principal comenzó casi 2 horas más tardes y porque los alumnos que prometieron lealtad se movilizaron por calle Mendoza hacia el Sur para ser los encargados de abrir el desfile. El público esperó tanto que hubo momentos que apuró el arranque a través de aplausos que se fueron repitiendo de cuadra a cuadra.

Una vez que el desfile largó, todo fue fiesta. La gente hizo bailar banderitas de plástico que un comercio regaló y los flashes no pararon de brillar ante el paso de cada institución. Los aplausos se hicieron escuchar a lo largo de las más de 10 cuadras que tuvieron que caminar los participantes. Y mientras los adultos se alegraron por el arranque, los más chicos no salían de su asombro al ver que, mientras los alumnos de las escuelas del departamento hacían su paso, en el cielo volaron 5 aviones que pasaron cerca del público.

Además de los estudiantes, participaron escuelitas de fútbol, hockey, institutos de danza, centros de Jubilados, jardines maternales, miembros de la Agrupación Virgen de Fátima, los Bomberos Voluntarios y los soldados del RIM 22. Todo bajo un Sol abrazador que comenzó a calentar cerca del mediodía.