Cristina Fernández encabezó ayer por primera vez como jefa de Estado el acto por el Día de la Bandera en Rosario. El acto se desarrolló en una jornada soleada y con intenso frío por lo que la presidenta vistió tapado de lana, pantalones y una amplia pashmina al cuello. Desde las restauración de la democracia, nueve presidentes encabezaron en Rosario los actos. Antes de subir al palco, la Presidenta abrazó a un joven al que le faltan brazos y piernas, quien le pidió si podía estar cerca de ella, por lo que la mandataria ordenó que subieran su silla de ruedas al palco para que se sentara en primera fila. Años atrás, el mismo joven estuvo en el Monumento y saludó al Papa Juan Pablo II, cuya bendición recibió.
