El servicio de transporte de pasajeros no tuvo ayer significativas variantes a su rutina, luego de la medida que anunció la Junta Ejecutiva de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), y desde el sector empresario consideraron que el conflicto se presenta en las empresas que hay que salir a la ruta, para conectar con otras localidades. UTA instruyó ayer a los conductores a no exceder la velocidad de 40 kilómetros por hora en las calles y los 60 km/h en avenidas, aunque no pudieran cumplir los tiempos prefijados por la empresa para realizar el recorrido.
Hasta hubo advertencia de retención de servicios en caso del "más mínimo hostigamiento o intento de sanciones al personal de conducción" en el comunicado de UTA, pero ayer no hubo una nueva notificación ni formuló nuevas declaraciones el secretario general, Héctor M. Maldonado, quien fue muy crítico anteayer.
Desde la Asociación del Transporte Automotor de Pasajeros (ATAP), la Cámara que reúne a los empresarios tampoco hubo un comunicado, aunque DIARIO DE CUYO dialogó con un empresario del sector, quien estimó que el conflicto se concreta en las unidades que salen del Gran San Juan, transitando por alguna ruta. "Considero que el comunicado no se condice con la realidad de todas las empresas.
En el tema de las velocidades nosotros no tenemos ningún problema, porque estamos dentro de los esquemas permitidos y razonables", afirmó para luego ejemplificar que en los pliegos de licitación y los contratos de concesión se establecen las velocidades comerciales, del orden de los 19 a 20 kilómetros por hora, y todas las empresas urbanas están por debajo de esa velocidad, entre los 17 y 18 kilómetros por hora. Dio como ejemplo que en el recorrido de una línea que debería ser de 80 minutos, lo fijaron en 95, porque contemplaron que creció la cantidad de semáforos y reductores de velocidad instalados durante el recorrido.
"Los que pueden exceder un poquito son las suburbanas, porque lógicamente pueden desarrollar un poco más de velocidad en la ruta", detalló, para reafirmar que no debería existir ningún inconveniente con respetar en el Gran San Juan la velocidad máxima de 40 kilómetros por hora en calles y los 60 en avenidas.
Otro reclamo gremial fue que se sacan unidades durante el receso escolar y obligan a los conductores a completar más rápido el recorrido para no alterar la frecuencia de paso de las unidades en una parada. La fuente consultada afirmó que en su caso, se mantiene el horario y lo que sucede es que se amplía un máximo de espera de 10 a 16 minutos.
El uso del GPS y las cámaras de seguridad son dos puntos de reclamos.
Sin respuesta oficial
DIARIO DE CUYO buscó contactar al subsecretario de Tránsito y Transporte de la Provincia, Jorge Armendariz, para reflejar la posición oficial, pero el funcionario no concedió ayer la entrevista.
En el comunicado que publicó el gremio, afirmaron que no se respeta la Resolución que emitió el subsecretario de la gestión anterior, Ariel Palma, ( expediente Nº 210-004785-2019),que se refiere a conformar horarios de frecuencia acorde a las velocidades permitidas y a no usar al GPS para control de esos horarios. Que haya un control de salida, otro de llegada y alguno intermedio, durante el recorrido.
Desde el sector empresario afirmaron que fue un instructivo, en el que recomienda disminuir los puntos de control de referencia. Todos acuerdan que el GPS es una herramienta de seguridad y servicio, aunque los choferes indican que hay empresarios que los hostigan para ir cumpliendo los controles intermedios.