En familia. Gabriel Alonso, hijo de Raúl, siguió los pasos de médico y hoy en la familia que conformó, dos de sus cinco hijos estudian la misma carrera.

Mathías Raúl Alonso tiene 16 años y ya sabe qué estudiará luego que termine la secundaria. Al igual que sus hermanos mayores, su padre y sus abuelos paternos, la medicina es su vocación. Y también un legado que lo alcanza, porque al igual que todos los consultados, siempre hay un párrafo especial para Raúl Alonso Fuego, el abuelo, quien introdujera el rol del agente sanitario en la provincia y por eso para esta familia el 3 de diciembre, cuando se celebra el Día del Médico, es jornada de saludos y algún brindis, aunque sienten con particular intensidad la conmemoración del Día del Agente Sanitario, el 9 de diciembre, porque quedó fijada esa fecha en conmemoración de la fecha del natalicio de Raúl, quien falleció en 1994 a los 64 años de edad.

Raúl se casó con la cordobesa y también médica Ana María Sapia. De sus 5 hijos, sólo Gabriel (54 años) decidió estudiar la misma carrera y hoy es médico de familia y diabetólogo. Y en el hogar ya hay dos estudiantes de medicina, Juan Pablo y Nicolás, mientras Mathías está seguro de que se involucrará en la misma profesión.

Gabriel aceptó la propuesta de la nota para inmediatamente hablar de sus padres. "Dieron sus primeros pasos en Barreal y luego mi madre atendió en el Barrio Huazihul, mientras mi padre se dedicaba exclusivamente a la salud pública. Nunca tuvo consultorio y era tan grande su vocación que, con el programa que mi padre instauró, en los ’70 San Juan pasó a ser la segunda provincia con menor índice de morbi y mortalidad materno infantil".

La admiración tiene muchas otras causas. "En un momento se caen los fondos del programa Salud Rural en todo el país, pero lo había manejado tan bien al dinero, que mantiene un año más el programa, con los fondos ahorrados. No sólo habla de su honestidad, sino de su capacidad de administración", señaló Gabriel sobre su padre Raúl.

Gabriel admitió que cuando comenzó a estudiar, no estaba seguro de si realmente era la medicina su búsqueda de realización profesional. "Sinceramente no sabía si iba por lo que escuché todos los días a mis padres en la mesa hablar de medicina. Y en una clase de una materia, llegó el llamado de la medicina. Entendía que una mitad estaba compuesta por realizar al actividad, que me encanta, y la otra mitad es ayudar al prójimo".
Gabriel trabaja hoy en un centro de atención primaria de la salud (CAPS) en el Barrio UDAP III y la admiración por su padre también continúa en la siguiente generación. "Con mi esposa dimos total libertad. El consejo que doy es que estén seguros que lo que elijan, les guste. Porque es lo que van a hacer el resto de sus vidas y si no les gusta, lo van a hacer mal y van a ser infelices. Ese siempre fue mi consejo. Y los dos que estudian Medicina, nunca evaluaron otra carrera", señaló.

Nicolás, con 19 años, es quien estudia en La Rioja, desde enero. Su segundo nombre es Ernesto, al igual que su abuelo Raúl, que es el segundo nombre de Mathías. "El ejemplo que dieron mis abuelos y mi papá influyó mucho en mi decisión. Donde iba me hablaban bien de mi abuelo, porque además de un gran médico era una excelente persona. Pero también me marcó una vez que me preguntaron que pensara en lo más valioso que tenía y respondí que era la familia. Y me dijeron que en realidad era la vida, entonces ayudar a cada a uno a través de la medicina a cuidar lo que mejor tiene también fue un factor".

Nicolás está preparando finales. "Yo llegué a considerar estudiar otras carreras, pero cada vez que me hablaban de mi abuelo, yo sentía que debía seguir sus pasos", confesó.

Mathías tiene decidido seguir la misma carrera por lo que ve que le pasa al momento de estudiar. "Temas relacionados con la medicina se me graban más rápidamente que los otros. Y me doy cuenta de que termino leyendo por placer esos temas", reveló.

El reconocimiento es también a Ana María. Gabriel recuerda a su madre, de los años "60 en Barreal, asistiendo en un parto que se presentaba con complicaciones. "Salió un niño hiporrefléxico, es decir, sin reflejos. No lloraba, le pasó el bebé a la enfermera y le pidió que lo llevara hasta otro médico para que lo reanimara, mientras ella atendía a la madre, que presentaba otras complicaciones. Después que la estabilizó, buscó al bebé y le respondieron que ya no tenía posibilidades. Ella sacó al bebé del carro con la ropa sucia, lo reanimó y hoy es un grandote de 2 metros. Esas cosas te marcan", concluyó el profesional.

Reconocimiento. El Centro de Salud de Atención primaria ubicado en Villa Independencia, Caucete, fue remodelado en mayo último. Es uno de los tantos homenajes a Raúl Alonso Fuego.

Mathías Alonso
Futuro estudiante de Medicina
"Tengo 16 años y ya estoy decidido que voy a estudiar medicina. No lo pude conocer a mi abuelo, pero cada vez que digo mi apellido y me preguntan si soy pariente de él, siento un orgullo difícil de describir".

Nicolás Alonso
Estudiante de Medicina

"La verdad es que cada vez que me hablan de mi abuelo Raúl es que sigo sintiendo un orgullo muy especial. Este año inauguraron otro centro de salud con su nombre y eso también fue muy fuerte".

Gabriel Alonso
Médico de familia y diabetólogo

"Es difícil ser el hijo de alguien que tuvo ofrecimientos de trabajar como ministro de salud en varias provincias, pero siempre escogía quedarse acá porque se sentía comprometido con la salud de la provincia".