El CARPS del barrio Río Blanco, en Rawson, cumple una tarea social intensa, porque, además de la atención sanitaria, cuenta con otras actividades tendientes a ayudar a la gran población que cubren. Mediadora de conflictos, una profesora de gimnasia para la comunidad, especialmente para los que tienen patologías crónicas, talleres de distintos tipos, y asesoramientos en situaciones vulnerables, son algunas de las actividades que este centro sanitario realiza para beneficiar a la creciente densidad de población con que cuentan.
La vida de las personas pasa, muchas veces y en otras depende, de la atención que se les brinda en un centro sanitario en algún momento determinado. En muchos casos, para la atención de salud, pura y exclusivamente, pero en otros, para la solución de hechos, que si bien no están en el “nomenclador” de situaciones propias, terminan volcando el objetivo primario y ampliando la gama de ofertas, por expreso pedido de la gente.
Este es el caso de un centro sanitario que nació como tal, pero que la necesidad de la población fue tornando la meta como un centro social. Y fue posible gracias a la predisposición de los trabajadores, la buena voluntad y la intención de ayudar a la gente, fueron determinantes para responder y estar a la altura de las circunstancias.
El Centro de Atención Primaria está ubicado en el corazón del barrio Rio Blanco, en el sector sur oeste del amplio departamento de Rawson, entre las calles San Miguel, Doctor Ortega, Meglioli y detrás del viejo camping deportivo de Foecyt. Con una creciente población de habitantes, porque es cada vez mayor la cantidad de barrios que se inauguran por la zona.
La institución cumple con todas las prestaciones básicas y “ampliadas” de la Atención Primaria de la Salud. Pediatría, Atención del niño en general, análisis clínicos, cardiología, valoración cardiológica para los pacientes diabéticos, vacunación, nariz garganta y oído, traumatología, oftalmología, Ginecología con una atención especial para las embarazadas adolescentes.
Recibe además la cápita por atención del Programa Sumar y, desde este mes, comenzó con la entrega de los kits de alimentación del programa Mis Primeros Mil Días en San Juan. Sobre el sistema de Arancelamiento a las obras sociales desde las instituciones públicas, al centro sanitario le envían, por ahora, luego será con manejo propio, un porcentaje, como recupero de costos, desde el centro Adiestramiento René Favaloro, quien realiza la distribución administrativa a todos los centros sanitarios del Área Programática Rawson.
Todas las patologías que no se pueden atender, porque requieran una mayor complejidad, se derivan al hospital Rawson y a la Rotonda van paciente con algunos temas específicos y con turnos programados. En cuanto a equipamiento, el “Rio Blanco” se puede considerar como una institución bien equipada y en los próximos meses se suma un ecógrafo que viene del CARF, porque a este centro llega otro aparato de última generación.
Pero, si de algo podría jactarse el centro sanitario Río Blanco es la atención súper especial que realizan desde el servicio de Ginecología, y muy especialmente el seguimiento para las embarazadas adolescentes.
El doctor Walter Clavel, a cargo de la institución, resaltó los cuidados que se les brindas para las precoces futuras mamás, “porque en general son muy pequeñas y es una situación predominante en la zona. Hay chicas que a los 16 años, edad promedio, ya llegan embarazadas y que a los 14 tuvieron su primera relación sexual” explicó.
“Tenemos un consultorio de la mujer que funciona los miércoles y jueves y donde se hacen atención personalizada. Colocación de DIU, de implanon que es un anticonceptivo femenino, PAP, en general todo lo que corresponde a la salud sexual de las damas. Y los lunes a la mañana y martes a la tarde también hay atención para embarazadas con profesionales como psicólogos, trabajadores sociales, nutricionistas y odontólogos que realizan un abordaje integral de la mujer en espera”, explicó.
Para los 8 médicos que atiende en el centro de salud del barrio Río Blanco la atención de los embarazos adolescentes son “embarazos de riesgo”, con un seguimiento diario de las pacientes, a tal punto de enviar una asistente social al domicilio para corroborar su estado de salud, ante una eventual ausencia al turno programado.
La situación de los embarazos adolescentes es predominante en la zona, por la gran cantidad de barrios nuevos y adjudicatarios jóvenes. En este centro se da una situación muy particular, es casi nula la atención a los adultos mayores, “porque casi no hay”, dijo el director.
Otro de los detalles a considerar, es la cantidad de atenciones y revisaciones que se les realiza a las 57 mujeres embarazadas que son atendidas. “Se las ve una vez al mes hasta la semana 38, luego cada 15 días y cuando el embarazo está “en término” las revisaciones son semanales. Como la mayoría de las mujeres que atendemos van a tener familia en el hospital Rawson, desde el centro de salud se les consigue un turno programado para que sean revisados por profesionales que estarán en el momento del parto” dijo el director.
Clavel no olvidó de señalar que la atención, en todos los ámbitos del centro de salud es muy importante, en pediatría, por ejemplo, y mucho más luego del lanzamiento del Programa Mis Primeros Mil Días, que acercó a muchas mamás embarazadas a realizar los controles ginecológicos para ser beneficiarias del plan.
Pero, “como no solamente de salud vive la comunidad” la tarea social del centro sanitario es muy marcada y, a su vez, muy valorada por los vecinos. Realiza un trabajo comunitario y poblacional muy particular, que tiene como objetivo brindar un servicio especial para el vecindario, y que resuelva una gran cantidad de problemas que existen. Pare ello, el centro de salud cuenta con el apoyo de muchas personas que lo hacen posible. Desde la subcomisaria del barrio, que acompaña, cuando es necesario, a los profesionales a realizar atenciones en los domicilios particulares, hasta la municipalidad que aporta la profesora de gimnasia. Todos son “colaboradores permanentes”.
Una demanda constante fue ayudar a solucionar una gran cantidad de problemas que se generan entre los vecinos. Para bajar los índices de litigios, el centro de salud logró la visita de una abogada que se hizo cargo de la oficina de Mediación de Conflictos.
La profesional acude al centro los lunes a las 15.00hs y su tarea es ser neutral ante los diferentes problemas presentados. Y los inconvenientes radican en problemas vecinales con la demarcación de las medianeras, enfrentamientos de adolescentes de un barrio y otro, “líderes” vecinales que, al mejor estilo de los viejos “terratenientes” impiden el paso de los habitantes de barrios lindantes, enfrentamientos de vecinos por la basura domiciliaria o escombros que se arrojan en la vía pública.
“Una gran parte de estos conflictos se solucionan definitivamente y en otros casos hace falta la participación de la mediadora en más de una oportunidad” dijo el doctor Clavel que dejó trascender que el revanchismo o el “ojo por ojo” es común en estas zonas.
Otra de las actividades sociales que se brindan en el centro sanitario, es contar con una profesora de gimnasia que ayuda a fomentar las actividades físicas en personas con sobrepeso, hipertensión, diabéticos crónicos, etc. “Estar en movimiento” y dejar atrás el sedentarismo o la pereza es la razón principal. “Además de las ventajas en salud, el gran clima que se genera con la gimnasia es notable. La gente pierde el mal humor y ve la vida de otra manera” dijo el director del centro.
Si bien la esencia de estas instituciones es brindar salud, este es un buen ejemplo que todos los que trabajan diariamente, el centro de salud “Barrio Río Blanco”, aportan su granito de arena para hacer la vida más llevadera a los pacientes. Porque la gran tarea social no podría ser posible si no existiera predisposición y buena atención de los 8 médicos de distintas especialidades que trabajan todos los días, de los empleados administrativos, de la municipalidad, de la policía que siempre está cuando se la necesita. El éxito está en que sus autoridades siempre pensaron que la ayuda a los vecinos, no solamente estaba en dar un simple informe médico. Sino en dar la mano para que la comunidad tenga una mejor convivencia.
Lo mejor de este trabajo conjunto, entre institución y sociedad fue entender que lo más trascendente no estuvo en creer que se puede hacer algo, sino hacerlo.