La muerte del joven Jonathan Alegre, que fue blanco de un rayo fulminante, dejó a la luz algunos pocos antecedentes de hechos similares que ocurrieron en San Juan. Uno de ellos sucedió 30 años atrás, para ser precisos la mañana del 5 de enero de 1987 en lo que por entonces era un campo que se transformaría en el Parque Faunístico de Rivadavia.

 

Eran las 8 y se desató una terrible tormenta con truenos , relámpagos y rayos. Hacía poco que habían arrancado la jornada laboral y las condiciones climáticos obligaron a tres obreros de la Dirección de Arquitectura a guarecerse en una casilla de chapas. A pesar que ya había amanecido, la tormenta puso gris el cielo, presagio de que algo malo ocurriría.

 

 

Y llegó la hora fatal. Un rayo cayó sobre la casilla y mató a uno de ellos, mientras que los otros tres volaron por los aires pero salvaron su vida. Quien no pudo zafar fue Nicanor Rueda, el papá de Luis Rueda, dirigente bloquista que es una de las personas más cercanas al gobernador Uñac. 

 

Luis tenía apenas 7 años, su hermanita 2 años. “Tengo recuerdos de aquello. Me contaron que el rayo alcanzó a mi viejo porque él era alto y rozaba su cabeza con el techo de la casilla y que por eso fue fulminante”, explicó a DIARIO DE CUYO.

 

Y agregó “la energía del rayo fue directo al corazón, fue fulminante, lo intentaron socorrer, pero no se pudo hacer nada”. En el medio de tamaña tragedia, Dolores, su mamá, se entera al mes que estaba embarazada, y a la postre dio a la luz a mellizos. Desde ese momento la vida de los Rueda cambió, y debieron mudarse de Rawson a Pocito.

 

“Es inexplicable que hechos tan esporádicos como que un rayo mate a una persona recaiga en alguien tan cercano, como este caso mi viejo”, se lamentó.