Los misteriosos ataques con armas de aire comprimido habían estallado con varias denuncias en setiembre pasado, la mayoría de prostitutas que hablaban de un “loco del rifle” que las atacaba en zonas oscuras de Capital a bordo de una camioneta con vidrios oscuros. En la policía creen que los autores de esos ataques, como el que sufrió Marisa Fiorito (37 años, madre de 6 hijos y por entonces embarazada, foto), pudieron cambiar de vehículo y de armas, pero que son los mismos sospechosos apresados ayer, sobre todo por el modus operandi.

Más allá de las pruebas y las sospechas, todos los detenidos gozan del estado de inocencia y sólo una sentencia firme en su contra puede terminar con ese estado garantizado por la ley.