En palabras de Calisse, en el particular caso de la cada vez más popular espinaca, el fin de la plantación es congelar el 100% de las plantas. Se trabaja, con varios materiales, pero en estos momentos los más demandados son Falcon (Seminis Vegetable Seeds) y El Dorado (Semillas Emilio).

El grupo de producción hace una selección de materiales, luego, elige la época del año y la zona de plantación. También realizan selección de suelos, con análisis en la finca de cada productor, donde se muestrea para macronutrientes, salinidad, fertilidad, etc., todo esto en el Laboratorio de Suelos del INTA Pocito.

Este año, el programa incluye 60 hectáreas de espinacas, con 2 millones de kilos esperados de cosecha; este trabajo lo realizan un grupo de 80 % de productores contratados en San Juan y el resto en Mendoza, en la zona de Lavalle. Son 10 a 12 productores que todos los años le entregan sus producciones, desde hace varios años.