De la euforia a la realidad. Michel dejó de ser sacerdote a principio de 2006 y a fin del mismo año comenzó su relación con Yanina. Luego de nueve años de convivencia, se casaron por Civil y por Iglesia a fines del año pasado.

 

Hoy en el Día de los Enamorados, habrá otro motivo para celebrar lo que sienten Yanina Rojo y Michel Zeghaib, quienes el 29 de diciembre del año pasado dieron el famoso “Sí quiero” frente al altar en la parroquia del Barrio Camus. Entre las razones por las que ese día quedará tatuado en sus memorias, una crucial es que también significó para Michel “una reconciliación con Dios y las instituciones Iglesia, Sociedad y Familia”, ya que, antes de conocer a Yanina, uno de los dos primeros egresados del Seminario Arquidiocesano de San Juan había decidido dejar el servicio del Ministerio.

Por lo que definió como una crisis de fe y también intelectual con respecto a la institución, Michel dejó de ser sacerdote en enero de 2006. “Si bien conocía a Yanina, porque era la profesora de canto de mi madre en aquel entonces, ella ni ninguna mujer tuvo influencia en mi decisión de ese momento”, aclaró Michel.

A fines de ese mismo año las charlas eran muy seguidas y comenzó otra etapa. Hoy, la pareja definió que fue con la inconsciencia natural del comienzo de cualquier relación y no tenían en consideración el “que dirán”.

Yanina afirmó que se sintió atraída físicamente por Michel porque además de su aspecto y de ser una persona divertida, la hacía sentirse contenida. “Sobre todas las cosas, sabía comprender”. Michel dijo que, además de recordar un pantalón blanco, se sintió atraído de Yanina por “su alegría y su sonrisa, que hoy todavía siguen siendo un imán. También fue fundamental en ese momento que ella me aceptaba sin prejuicios”.

El tiempo trajo convivencia y también más amor, con Lucía (8 años) y Emilia (6).

Y tras nueve años de estar bajo un mismo techo, un día Yanina entró al escritorio donde trabaja Michel y si bien no lo vio arrodillado a punto de abrir un estuche con un anillo, sí tuvo que apoyarse contra el marco de la puerta cuando él le preguntó directamente “¿No te querés casar conmigo?”.

Luego de “unas quince veces”, en las que ella le inquirió “si estaba seguro de lo que él estaba diciendo”, le dio el sí.

Y fue el último jueves de 2017 que vivieron un día que tuvo como mejor definición el que dieron sus hijas: “Fue como un cuento, pero en la vida real”.

“El primer amor tenía mucho que ver con la inconsciencia y el de ahora, con la realidad” indicó Michel quien agregó que con el paso del tiempo también descubrió el compromiso como amiga y como madre que hay en su pareja, para seguir eligiendo estar con ella.

Respecto a su crisis sacerdotal, Michel afirma que hoy ya fue procesada. “Soy uno de los cuatrocientos mil ex sacerdotes de América Latina y de parte de Europa. De los cuales, hay muchos que sienten tanto la vocación sacerdotal como la matrimonial. No es algo que piense en este momento, pero en caso que lo hiciera, sólo sería con mi familia”.

 

Su receta

 

El diálogo

Yanina y Michel resaltaron que tanto en la pareja como en la familia, el diálogo está presente todo el tiempo. Hablan de todo y lo consideran como el gran antídoto “ante el desgaste cotidiano y la lógica de la sospecha”.

 

La libertad

Yanina consideró fundamental que debe aceptarse al otro como es. “Por ejemplo, Michel empezó a viajar por estudios. Al principio no me gustaba nada. Hoy veo que cada uno necesita desplegarse totalmente”.

 

El humor

La pareja considera que es la cuarta pata de la mesa de la pareja y de la familia. “Es un ingrediente fundamental. Aunque tengo momentos de malhumor, mantener la relación firme es también gracias al humor”, afirmó Yanina.

 

La decisión

Michel destacó estar convencido que el amor es también una decisión. “A veces, las rupturas surgen porque un miembro empieza a sentir que sólo afuera de la pareja es donde puede completarse como persona”.