�La marihuana es un preparado compuesto por diferentes cantidades de hojas, tallos, semillas y secreciones de la cannabis sativa, planta fácilmente reconocible por sus hojas dentadas en forma de palma abierta.
Esta planta contiene sustancias psicoactivas cuyo consumo -al igual que el de su resina, el hachís- está asociado a fines recreativos, medicinales e incluso religiosos.
Según el último Informe Mundial sobre las Drogas 2013 de la ONU, el cannabis es la droga más consumida en el mundo, al contar con entre 129 y 230 millones de usuarios (personas que la tomaron al menos una vez en 2011).
El mayor productor mundial de cannabis es Marruecos, con 47.500 hectáreas.
México y EEUU son los países en lo que se incauta más volumen, alrededor del 70 % de las 5.700 toneladas de marihuana interceptadas en todo el mundo en 2011. En Europa, el país que más resina de cannabis y plantas de marihuana incauta es España, según la Junta Internacional de la Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).
Hay países donde el consumo de pequeñas dosis es legal. Este es el caso, por ejemplo, de Holanda, donde desde los años 70 funcionan los llamados coffee shops, en los que los mayores de 18 años pueden comprar y consumir cannabis en un máximo de 5 gramos por persona.
El consumo personal de pequeñas cantidades de marihuana está admitido también en países como México (hasta cinco gramos), Argentina (la Corte Suprema de Justicia despenalizó en 2009 el consumo de marihuana en adultos, siempre que se realice en privado y no implique riesgos para terceros) o Chile (donde está permitido el
consumo, pero el cultivo está prohibido). En cambio, se castiga con duras penas de prisión en lugares como China o Kenia.