Consiguió una máquina para hacer bordados computarizados. Desde entonces, su negocio de bordar camperas para los chicos que egresan del secundario ha dado varios pasos hacia adelante.
"Al principio trabajaba con 15 camperas por semana. Ahora bordamos unas 15 en dos días", dijo Deolinda Ivana Castro, propietaria de "Antes y Después", el emprendimiento en el que trabaja con su marido, Andrés Raúl Ruarte. Ambos bordan los nombres de los colegios secundarios en las camperas que usan los estudiantes durante un momento clave de su vida: el último año de cursado, el año en que egresan del secundario. También bordan la indumentaria de clubes de hockey sobre patines y la que usan los trabajadores mineros.
"Estábamos interesados en que el programa Capital Semilla financiara nuestro proyecto. Y, al final, terminaron otorgándonos en 2012 los 40 mil pesos que habíamos solicitado para comprar la máquina que nos permite realizar bordados computarizados", cuenta Deolinda, de 36 años.
"La bordadora tiene una especie de bastidor donde va la tela. Hay que conectar esa máquina a una computadora en la que está configurado el diseño a bordar", detalló Castro, que tiene su negocio a pocas cuadras de la esquina de Mendoza y avenida Benavídez.
Deolinda contó que han trabajado con estudiantes de las escuelas Normal Sarmiento, de la de Comercio Libertador General San Martín, como también con los colegios Dante Alighieri, Andacollo y Orzali. Además trabajan con indumentaria que usa el equipo de hockey del Club Deportivo Aberastain y los estudiantes del Instituto Superior de Educación Física.
Para el sector minero, trabajan bordando camperas térmicas, mamelucos, chalecos reflectivos y pantalones térmicos. "Bordar una campera de egresado tiene un costo de 120 pesos para los clientes, porque es una tarea que requiere gran trabajo. Sólo el bordado de la espalda cuesta 80 pesos", explicó Deolinda, que también se dedica a la confección y diseño general de camperas para estudiantes. "El costo total de las camperas puede variar entre 750 y 800 pesos", agregó la propietaria del negocio que atiende de lunes a viernes, de 9 a 13 y de 18 a 21. En cambio, los sábados sólo trabajan en horario de mañana.

