�El arsénico está presente de forma natural en las aguas subterráneas de varios países. Representa una amenaza importante para la salud cuando se encuentra en aguas que son usadas para el consumo humano. Según la OMS los niveles permitidos para que el agua no sea perjudicial es 0,05mg/litro, caso contrario podría desencadenar intoxicaciones.
Una de las principales recomendaciones es mezclar agua con bajos niveles de arsénico con agua de concentración más elevada a fin de disminuir la cantidad de este material.
