En todo partido y mucho más en un clásico como entre San Martín y Godoy Cruz, la actuación del árbitro siempre está en el foco de todas las miradas. Sergio Pezzotta debió comandar ayer el clásico en el Hilario Sánchez y lo hizo en líneas generales de muy buena manera, sobre todo a la hora de manejar los tiempos cuando en el inicio del partido cayeron varios petardos en el área del arquero del Tomba y luego de suspenderlo cinco minutos, decidió continuarlo para evitar una mayor complicación.

Pezzotta supo llevar el partido en todo momento. El arranque lo tuvo en medio de la polémica debido a la suspensión transitoria por los petardos que cayeron desde la popular Norte y que ocupó la gente de San Martín. Pese al pedido del capitán tombino, Diego Villar, de para el partido por este motivo, Pezzotta se mostró firme en su decisión de esperar. Tras la reanudación, no se repitió ningún episodio de este calibre.

Al momento de amonestar se mostró más que correcto, salvo cuando en el final del primer tiempo debió sacarle la segunda amarilla a García por la enésima infracción a Núñez.