‘Se levantó para ir al baño y cuando se vio en el espejo, casi se desmayó. Está shockeado por el golpe y destrozado física y anímicamente. No sabe cómo le va a quedar la cara ni qué secuelas puede sufrir’, contó María Santibáñez, la mamá del chico de 12 años a quien le fracturaron (y desplazaron) la mandíbula, el pómulo y perdió piezas dentales tras el golpe que le dio un compañero en un aula de la escuela Julia León, de Rivadavia. Este lunes será operado y como sufre osteoporosis es que estiman que su recuperación puede demandarle meses, por lo que su familia no descartó que hasta pueda perder el año. El agresor, de 17 años, fue denunciado en la comisaría 25ta y en el caso también intervino el Ministerio de Educación.
‘Por su problema en los huesos los médicos me dijeron que es una incertidumbre cuánto puede durar su recuperación. Cuando se quebró la tibia, hace un tiempo, tardó más de cuatro meses, cuando lo normal son unos 30 o 40 días. Hasta ahora le hicieron placas y otros estudios, pero el daño real lo van a determinar cuando le abran la boca para operarlo. Ya me anticiparon que posiblemente necesite otras cirugías’, se lamentó la mujer, que dijo que desde que sucedió el incidente no abandonó el hospital y por ende no tiene ingresos pues trabaja como empleada doméstica. María tiene otros tres hijos adolescentes y una, la mayor, está en el Hospital de Día del Rawson por un tratamiento vinculado a la anorexia.
La agresión al chico de 12 años se produjo el jueves en la tarde, luego de que un compañero de 17 años (es repitente) le golpeó el rostro durante un momento en el que no había ningún docente y dentro del aula.
Fue tal la fuerza del puñetazo que, sumado a la osteoporosis (fragilidad ósea) del agredido, literalmente le destrozó la cara, por lo que inmediatamente fue trasladado al hospital.
‘Hablé con la directora de la escuela y el caso ya lo tomó el Ministerio de Educación. También citaron a los padres del agresor y la madre me dijo que estaba sorprendida por la conducta que tuvo su hijo’, explicó David Corso, el papá del niño internado. El hombre ayer hizo una denuncia en la Seccional 25 por lesiones graves.
El Ministerio de Educación, en tanto, empezó a trabajar con un equipo del gabinete interdisciplinario. El agresor, de momento, no asistirá a clases. ‘La directora de área empezó las entrevistas y con el Gabinete intervenimos para trabajar la contención de las partes involucradas. Vamos a asistir al chico agredido, al agresor, sus familias y a los compañeros’, expresó Mónica Gutiérrez, titular de la Dirección de Gabinetes Técnicos Interdisciplinarios.

