Después de tanto misterio sobre dónde tiene que ir el agua que sacan de la ex bodega Torraga en búsqueda de presuntos restos de Raúl Tellechea, llegó la palabra de Medio Ambiente. El agua ya tiene un lugar de destino: un descampado que está cerca del vertedero de basura de Caucete. La tiran allí para que se evapore y los microorganismos de esa zona degraden cualquier agente extraño que pudiera haber en el líquido. En un sector húmedo como el río San Juan, lugar donde iba a parar antes, tardaría más la degradación. Y no se descarta del todo que el agua de las vasijas pueda tener algún tipo de contaminación.

Las tierras que están en las cercanías del vertedero ya tienen estudios ambientales hidrogeológicos corroborados y análisis de capas y napas subterráneas, comentaron desde la cartera ambiental. Por eso eligieron estos terrenos descampados a 800 metros del basurero. "En el suelo elegido, el agua de las piletas con restos mínimos de vinagre se evapora muy rápido y cualquier resto contaminante no se degrada con facilidad", explicó José Luis Espinosa, jefe de Gestión Ambiental. Y agregó que "si fuera a parar a un desagüe que va al río, la humedad mantendría por mayor tiempo cualquier elemento de contaminación que pudiera haber".

El sábado pasado, personal de la cartera realizó análisis expeditivos en las aguas que llevaban los camiones. Sacó muestras, las observó y examinó frente a la luz, las olieron y probaron su densidad. De este estudio determinaron que las mandarían al descampado y se lo comunicaron a la Policía de San Juan, quien les pidió el análisis.

El municipio de Caucete con sus camiones comenzó con la extracción de agua de las piletas. Con ella regaba las calles. Pero luego por el presunto pedido de inspectores de Medio Ambiente, que nunca actuaron según la cartera, comenzaron a largarla en un desagüe que daba al río San Juan.

El personal de la cartera ambiental hará un seguimiento del trabajo en la bodega. Y han pedido a los policías que envíen muestras de las aguas que saquen, aseguró Espinosa.