Calles despobladas. El silencio sólo se interrumpía con el paso de los patrulleros y los pocos vehículos que transitaban por las avenidas. Lejos, muy lejos de las postales de hace apenas unos días con las calles repletas de gente debido al 95% de las actividades reactivadas, ayer el panorama fue totalmente diferente. Las calles casi vacías se repitieron en el centro y en los principales departamentos del Gran San Juan tras el retorno a Fase 1 que comenzó a regir ayer en toda la provincia, para evitar un brote mayor por coronavirus.
Ese tránsito casi nulo sorprendió a las autoridades, que pudieron palpar el temor que ahora sienten los sanjuaninos y que sin dudas provocó que la Fase 1 sí sea tomada con mayor severidad. Es que el respeto a la pandemia ahora es mayor, pues en marzo, cuando inició la cuarentena, todavía no se había registrado casos en la provincia y ahora el brote que se inició en Caucete fue el determinante para que los sanjuaninos tomaran conciencia.
"Esperábamos más gente en las calles, como pasó en marzo. El balance es muy positivo porque transitan sólo trabajadores esenciales y uno que otro distraído", expresó el subcomisario Marcelo Uliarte, jefe del operativo que estará apostado las 24 horas bajo el Puente Cívico.
Uliarte explicó que por ser el primer día, los 15 efectivos apostados allí debían "educar" a los transeúntes sobre cuáles eran las actividades que estaban permitidas, pero desde hoy ya serán rigurosos solicitando los permisos que deben tramitarse en la página web de Gobierno.
El control estricto se da también en los colectivos, precisamente en una de las unidades tuvieron que detener a cuatro hombres que en las primeras horas de la mañana se dirigían hacia sus casas en estado de ebriedad y portando un arma blanca. "Para quienes no logren justificar por qué están en las calles o no cumplan con el uso del barbijo o excedan la cantidad de dos personas en un vehículo, les tenemos que labrar un acta de infracción y luego serán juzgados por Flagrancia", expresó.
En los alrededores de Plaza 25 se trató de evitar el tránsito. Sin vallas pero con efectivos apostados, los retenes tuvieron lugar en las calles aledañas a la plaza principal y sólo se permitió el paso de colectivos y trabajadores exceptuados. Quienes debieron utilizar este medio de transporte tuvieron que armarse de paciencia debido a que había mucha demora entre los micros. Además, por decreto, los colectivos no pueden llevar más de 22 personas pero ni siquiera se llegó a la mitad de ese cupo. Un chofer de la empresa La Positiva que va hacia Rivadavia dijo que nunca superó las 10 personas arriba del colectivo.
Entre los pocos transeúntes por el microcentro hubo quienes salieron a abastecerse de alimentos. "Salí a hacer las compras porque no saldré en 15 días. Me parece correcto haber vuelto a Fase 1, no podemos luchar contra un fantasma", contó Mariana, una mujer mayor que vive en el centro y que debió salir por obligación a hacer las compras y tuvo que justificar su paso ante un efectivo de la Policía ubicado en Plaza 25. El policía afectado a ese sector contó que como hecho insólito, un hombre, también mayor, se sentó a leer el diario en la fuente de la plaza como si fuese un día normal.
Las estaciones de servicio y los cajeros automáticos no tuvieron casi concurrencia. Las farmacias atendieron lo justo y necesario, sin filas. Sin dudas, el temor a contraer Covid-19 ganó las calles en San Juan.
"Era lo mejor que nos podía pasar"
Vive en Rawson y ayer esperaba el colectivo para volver a su casa después de haber cuidado a un enfermo en un sanatorio. Andrea Olivera trabaja cuidando enfermos y si bien su tarea está inmersa entre las exceptuadas, sabe que el retroceso a Fase 1 influirá en la economía de toda la provincia pero igual se mostró conforme. "En este caso hay que priorizar la salud de toda la provincia", expresó.
"Me vine con mucha paciencia"
Juan Soler trabaja en la Dirección de la Niñez y el viernes le tocó hacer guardia nocturna. Ayer por la mañana, cuando terminó su turno y con la cuarentena ya rigiendo, se encontró con las calles desoladas. "Vine con paciencia porque sabía que los colectivos iban a disminuir las frecuencias. Llevo más de media hora esperando pero no importa, creo que era conveniente volver a Fase 1", comentó.
Postal desoladora en los kioscos
Oscar y Pablo Pedraza tienen los kioscos de diarios en el microcentro. Ayer a media mañana, sólo habían vendido dos diarios pero no se mostraron sorprendidos. "Sabíamos que esto iba a ser así porque ya nos pasó en marzo. ¿Qué si nos conviene abrir? No, pero lo poco que vendamos son nuestros ingresos. Nosotros vivimos de esto", aseguró Oscar, sorprendido por el acatamiento.
"No podemos luchar contra un fantasma"
Mariana vive a unas tres cuadras de Plaza 25 y dijo que el anuncio de la cuarentena estricta la encontró desabastecida de alimentos, es por eso que ayer salió temprano para hacer las compras para después no tener que salir en dos semanas. "Creo que se tomó la decisión justa, no podemos luchar contra un fantasma. Hay que guardarse, no queda otra", expresó la mujer.