Este año, el clima jugó a favor de algunas actividades organizadas en el Dique de Ullum para festejar la primavera. En Punta Tabasco, por ejemplo, se realizó el tradicional "duchate", el ritual de mojar a los chicos con una manguera para recibir a la primavera, y ni siquiera tuvieron que anunciarlo. Ni bien uno de los organizadores tomó la manguera, tanto los chicos como las chicas coparon el centro de la pistas para que los mojaran. Todo por los 31 grados de temperatura que marco el termómetro. Fue tanto el calor que el duchate se repitió cuatro veces más a pedido de la gente. En la primavera del 2013, este evento se suspendió a causa del frío.

Unos 200 chicos concurrieron a este parador del dique para participar del "duchate". Y no se conformaron con hacerlo una sola vez. Cada media hora pidieron más agua. Hasta se formó un gran charco sobre el piso de la pista que fue aprovechado por los niños que se encontraban en el lugar. Se tiraron en medio del mismo y empezaron a rodar sobre el agua para mojarse.

Incluso los chicos que a esa hora estaban haciendo un asado pararon su tarea gastronómica cada vez que se hizo el duchate para mojarse y refrescarse un poco.

Como algunos jóvenes intentaron abrir el agua para mojarse ellos y a los demás, los organizadores tuvieron que quitarle el pico para riego que pusieron en la boca de la manguera para lograr un chorro con mayor alcance y poder mojar a todos.

Con el paso de las horas la temperatura disminuyó un poco, pero no así el calor. Es que comenzó el desfile de las chicas y chicos que se postularon para Miss 21 y Mister 21, respectivamente. Todos desfilaron tres veces, la última pasada fue ligeros de ropa. Ellas lo hicieron en bikini y ellos, en boxer, lo que enardeció tanto a la platea femenina como a la masculina.

En el Complejo Bahía, también en el Dique de Ullum, los chicos no pudieron recurrir al agua para tratar de mitigar el calor. Esto fue porque está prohibido ingresar al lago y aún no está habilitada la temporada de pileta. De todos modos, los chicos pusieron en práctica diferentes alternativas para pasar una primavera divertida. Algunos ocuparon los quinchos para escuchar música o jugar a las cartas, mientras que otros eligieron los paseos en cuatriciclo por la orilla del lago. Además, estuvieron las chicas coquetas que se pasaron la tarde jugando al voley bajo el sol para broncearse.