San Juan, 5 de octubre.- Después de casi 30 años de funcionar a puertas abiertas, el Servicio de Urgencia del Hospital Guillermo Rawson rediseñará su sistema de seguridad para evitar los constantes robos. Ahora, la Guardia contará con cierre perimetral y rejas en cada una de sus ventanas, además se licitará la compra de cámaras de seguridad.
El frente de la Guardia del hospital luce distinto, es que ya casi se terminó con la colocación de una importante reja que permitirá controlar el ingreso de personas al nosocomio y servirá para evitar el acampe de familiares en el lugar.
“Nosotros tenemos pérdidas de sábanas, frazadas y almohadas y hasta elementos de la cocina de manera muy frecuente. Sabemos que estas cosas salen por las ventanas de las habitaciones, hemos tenido casos hasta de personas que entran y salen por ahí, y por eso se lo puso rejas a cada una de las aberturas”, relató el jefe del servicio, Cristóbal Sánchez Moragues.
Con el cierre perimetral además de seguridad, se busca reorganizar el ingreso al nosocomio. De esta manera, el acceso por calle General Paz quedaría destinado exclusivamente a los pacientes “en posición horizontal”, es decir aquellos que llegan en camilla ya sea en ambulancia, auto particular o alguna otra movilidad. El resto de las personas deberán hacerlo por calle Estados Unidos.
Con la colocación de las rejas se intentará también poner un freno al “acampe” de familiares de los pacientes allí internados. “Dentro del hospital no van a poder estar, se les dará un lugar fuera de la institución. No tiene sentido que pasen frío o calor las 24 horas cuando los informes se dan tres veces al día, sólo es entendible cuando son personas de otros departamentos”, explicó el profesional.
“Hace poco contamos con un servicio de vigilancia, que está dando buenos resultados, y está prevista la colocación de cámaras en los pasillos. Esto a los fines de brindar una mayor seguridad y lograr un mayor aislamiento, ya que a veces tenemos situaciones difíciles”, agregó y aseguró que son habituales las discusiones entre familiares de los pacientes y personal de la institución. “La gente viene alterada, angustiada y no espera, todos quieren ingresar con el enfermo y una explicación inmediata. Estas cosas generan situaciones complicadas”, agregó.
Para la compra de las cámaras de seguridad, se cree que se necesitarán casi 10, se está confeccionando el pliego de licitación. “Ya vinieron los especialistas a medir los pasillos, los ángulos y analizar los ingresos al lugar, en base a ese estudio se determinará la cantidad exacta”, manifestó Sánchez.
Según aclaró el jefe del Servicio de Urgencia, estas medidas (muchas de las cuales ya funcionan en el hospital Marcial Quiroga) están en marcha y el resto serán implementadas antes de fin de año. “Somos el servicio al que todo el mundo recurre, queremos que sea más seguro para todos”, concluyó el profesional.
