En el kiosco. Gastón Yañez, popularmente conocido como Pochi, tiene un kiosco. En su local hay listas de las figuritas que les faltan a otras personas.

 

‘En el Pochi seguro que conseguís el escudo que te falta’, ‘el Pochi recibe las figuritas que te sobran en forma de donación, para ayudar a llenar los álbumes’, ‘en el kiosco del Pochi te cambian las que te hacen falta y te reciben la misma cantidad, sin importar si las que entregas le son útiles o no’. Esos son algunos de los mensajes que circulan en los grupos de Whatsapp donde hacen intercambios de figuritas. Es que el Pochi es un kiosquero que trabaja en las inmediaciones de avenida Rioja y Laprida, en Capital, y que se volvió en las últimas semanas el dueño del búnker donde los fanáticos de las figuritas se juntan a intercambiar, piden ayuda para llenar sus álbumes y hasta colaboran con otros para que puedan cumplir ese sueño. Gastón Yañez, Pochi para los que lo conocen, es el dueño de este local hace 15 años y contó cómo nació la pasión por los álbumes y por ayudar a otros.

En una de las ventanas que tiene el kiosco un cartel que indica que hay figuritas del mundial es el imán para que cientos de personas por día consulten. Con sólo pararse en la puerta de este local se puede ver fanáticos de todas las edades buscando las figuritas que necesitan.

Gastón contó que abrió su kiosco para los fanáticos de las figuritas durante Rusia 2018. ‘Pochi es el sobrenombre de mi hijo y el nombre del kiosco, pero todos me dicen ese sobrenombre a mí. Con mi hijo nació la pasión por las figuritas. En el Mundial pasado compramos el álbum y algunos sobres hasta que nos empezaron a salir todas repetidas. Ahí dije algo tengo que hacer, porque no podía seguir pagando. Entonces repartí papelitos en los puestos de revistas y diarios indicando que los que tuvieran figuritas podían venir al kiosco a intercambiar’, dijo el hombre que tiene 53 años y que aseguró que si bien es una pasión que conoció gracias a su hijo, ahora él también es un fanático más.

Pochi contó que este año, cuando empezó con lo de las figuritas nunca pensó que el furor iba a ser tan grande. ‘Hicimos un nuevo grupo de Whatsapp que ya tiene más de 250 miembros y estamos ayudando a que todos puedan llenar el álbum’, dijo y mostró que en las paredes de su kiosco los coleccionistas dejan listas con las figuritas que les faltan para que quienes las tengan se comuniquen con ellos.

‘Lo que hago es triangular las figuritas. Yo intercambio figuritas con alguien, veo a quiénes de las listas les hace falta, les aviso y cuando vienen a buscarlas las cambio por otras. La idea es que así, entre todos nos ayudamos. Ya completamos casi 200 álbumes y hay muchos niños que se van muy felices, porque es como cumplir un sueño’, dijo y contó que incluso hay gente (dijo que no son muchos) que donan las figuritas que les sobran para que él tenga más para intercambiar y más posibilidades de conseguir las que a otras personas les faltan.

‘Si bien yo vendo figuritas, mi objetivo no es lucrar. A los chicos siempre les digo que no las vendan, que las intercambien de igual a igual, para que todos puedan tener el álbum lleno. Sobre todo este año, que están tan caros los paquetitos y es una odisea conseguirlos’, concluyó.

 

TEXTUALES

  • Los sábados desde las 17,30 hacemos intercambios en el kiosco y es muy lindo ver a los niños jugando".
  • "Hay mucha gente que no puede comprar todas las figuritas y por eso me gusta ayudar con las que tengo". 
  • "Es impagable ver a los niños cuando consiguen una figurita difícil. Hay muchos que aún buscan a Messi".