Rosario Olguín / La artesana.

Rosario tiene las manos cansadas. Apenas puede caminar con la ayuda de un bastón. Tiene 86 años y una artrosis que no la deja ni tomar un cubierto. Su telar, aquel que construyó con la ayuda de su madre cuando tenía 15 años, está desarmado y guardado en el fondo de su casa. Sin embargo se mantienen intactos los recuerdos de sus tiempos de tejedora, una actividad que la hizo popular entre el mundo de los artesanos locales.