Del Salvador hasta San Juan llegó la idea de originar una escultura que sea un micro ecosistema. Jennifer Calderón, proveniente del mencionado país, creó una obra de arte llamada Alegoría a la vida. Esta es una de las 19 ganadoras del concurso Anchipurac es Cultura que realizó la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, y ya está obra emplazada en el Parque Escultórico Anchipurac.

 

La artista se inspira en la posibilidad de estar en un lugar donde la vida siempre tenga un principio, donde cada elemento se adapte a cualquier cambio. Todo eso surge y permitió el origen de la escultura salvadoreña.

 

La obra en sí está conformada por hierro, cerámica, tierra y materia orgánica, todo este conjunto está diseñado para exaltar el florecimiento de la vida en nuestro planeta. La autora propone el reciclaje del material ferroso ya que, al estar oxidado, la obra adquiere un valor estético particular. En combinación tiene unos cuerpos cerámicos que miran al sol, alabándolo en forma de agradecimiento por que, gracias a su luz y calor, la vida prospera en nuestro planeta.

 

La escultura contiene cinco placas de metal oxidado y en el centro un mini jardín botánico. Allí crecerá una enredadera que irá recorriendo dos de las cinco placas metálicas, formando dos columnas botánicas. Estas placas metálicas en vertical representan a un grupo de edificios y el mini ecosistema aporta a la relación simbiótica entre lo urbano y lo natural.

 

Esta escultura es la primera en estar emplazada en el Parque Escultórico Anchipurac, su proceso de ensamble duró aproximadamente una semana. Además, esta semana también se recibieron las visitas de un escultor proveniente de Barcelona, el cual está en proceso de armado y pronta finalización de su obra; también llegaron tres esculturas provenientes de Buenos Aires, autores de las escultoras Elisa Dall’Occhio, Claudia Cerminaro y Natalia Abot, las cuales pronto se irán emplazando en el Parque Escultórico Anchipurac.

 

Sólo resta esperar a que el jardín siga floreciendo y alimente aún más la belleza de la Alegoría a la vida, esto también contribuirá a que el aspecto natural del Parque Escultórico Anchipurac se alimente de esta obra y que la unión entre lo urbano y lo natural se dé también al pie de la Sierra Chica de Zonda.