�Se trata de un juicio plagado de irregularidades en el que aparecen una bodega que ni siquiera figura en el plano agregado en el expediente, veredas y muros de dudosa procedencia y hasta los gastos de la mudanza relacionados con el caso del Parque de Mayo (foto), obra que motivó que la provincia expropiara un lote de poco más de 5 hectáreas en noviembre de 1923, que a valores de hoy ascendería a unos 1.000 millones de pesos.
Por las anomalías hay un juez en la mira. Se trata de Carlos Macchi, del Juzgado Civil Nº 5, que podría correr la misma suerte que Rosalba Marún de Sobelvio, del Juzgado Civil Nº 1, quien ya fue denunciada penalmente por su presunta actuación irregular en el caso Carbajal.
En este proceso, el abogado que inició el juicio fue Santiago Graffigna, uno de los sospechosos en la investigación judicial que lleva la jueza María Inés Rosellot.