El papa Francisco aprovechó el 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín (9 de noviembre de 1989) para rezar para que se ‘difunda cada vez más una cultura del encuentro, capaz de hacer caer todos los muros que todavía dividen al mundo‘. El Pontífice pidió que las ‘personas inocentes no sean perseguidas‘ y asesinadas a causa de sus creencias o religión, y recordó el rol protagónico que tuvo Juan Pablo II en la caída del Muro, que fue el ‘símbolo de la división ideológica de Europa y del mundo entero‘. ‘La caída se produjo de improviso, pero fue posible por el largo y fatigoso compromiso de muchas personas‘ que ‘lucharon y sufrieron para ello‘. En Berlín, en tanto, se soltaron miles de globos blancos en la conmemoración.